Félix le causó una buena impresión en Draco. Jasmina sospechaba que Draco la vendería si los chicos mantenían contacto a sus espaldas.
Félix sacó su teléfono con una sonrisa en su rostro. "Eso es muy considerado de tu parte, Draco. Intercambiemos números. Creo que conectamos, Draco. Salgamos a cenar alguna vez".
Draco sacó felizmente su teléfono e intercambió contactos antes de decir: "Bueno, deberíamos irnos, Sr. Vélez".
"Nos vemos. La próxima vez te invitaré a cenar".
"Por supuesto".
Draco estaba encantado pero se detuvo en seco después de recibir la mirada de su hermana. Se frotó la nariz y se subió al auto de inmediato.
Allí parado, Félix observó como los hermanos se alejaron.
Una vez lejos, Jasmina regañó a su hermano: "¿Sabes quién es Félix? ¿Por qué te hiciste el simpático e intercambiaste números?"
"No me importa quién sea. Lo importante es que estaba en una cita a ciegas contigo y está interesado en ti".
Jasmina estaba sin palabras. "¿Quieres que te eche de la casa?"
"No tengo mucho, Jas. Solo traigo a casa ocho mil euros al mes. No puedo cuidarte para siempre, así que mi mejor opción es que encuentres a alguien que te mantenga toda la vida. Eso aliviará mi carga".
Jasmina le hubiera dado una patada a Draco si no estuviera conduciendo.
"¿Quería que me cuidaras, idiota? Tengo un ingreso más alto que tú".
"Le dije a mamá que seré responsable de tu cuidado si no encuentras un hombre. Le pedí a mamá y a la tía Raquel que dejen de presionarte al respecto. Es por eso que estoy bajo mucha presión".
Jasmina se emocionó y se divirtió. "Tenemos ingresos por alquiler de propiedades. ¿No es suficiente para mi cuidado?"
"Las propiedades pertenecen a mamá y papá, no a mí. Pero pediré a nuestros padres que te ofrezcan una parte cuando comiencen a repartir la herencia. Incluso si tienes que convertirte en soltera, deberías convertirte en la soltera más rica".
Jasmina se quedó sin palabras.

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