Unidos por la abuela romance Capítulo 703

Después de cenar, Gerard recogió la mesa mientras Celestia limpiaba y ordenaba el lugar. Luego salió del comedor para sentarse frente a su suegra.

Celestia miró la hora y dijo: "Mamá, ¿por qué no manejas el auto hasta la entrada y te quedas a dormir esta noche?"

"Estoy bien. Me iré dentro de un rato. Tu suegro no se siente cómodo si no estoy en casa con él."

Después de que su hijo tomó el control de la empresa, su esposo se retiró y no se separó de Tania desde entonces. Su esposo no podía acostumbrarse a que Tania se quedara lejos de casa.

Celestia envidiaba la relación de sus suegros. Habían estado juntos durante décadas y seguían siendo fieles el uno al otro en sus años dorados.

"Mamá, no sabía que Gerard compró esta villa. Nunca me lo dijo. Lo supe hasta ahora. El lugar es más grande que el apartamento en Compostela. Se siente muy vacío viviendo solamente nosotros dos aquí. ¿Qué tal si te mudas con papá?"

Tania se sorprendió. "¿Quieres vivir con tus suegros?"

Muchas nueras jóvenes estaban en contra de vivir con sus suegros.

Bueno, no solo las nueras. Los tres hijos de Tania se mudaron para vivir por su cuenta cuando llegaron a la mayoría de edad. Preferían no compartir el mismo espacio de vida con sus padres.

Los jóvenes de hoy viven en un mundo muy diferente de los mayores.

"No me importa."

Tania dijo con una sonrisa: "Pero Gerard no le gusta vivir con sus padres. Creo que deberíamos quedarnos en la residencia antigua y darle un poco de espacio a los jóvenes."

Celestia no estuvo a la altura de las expectativas de Tania y vivir juntos significaría que las fallas de Celestia serían más notables. Eso no ayudaría a mejorar la relación entre Tania y Celestia.

Todo el mundo estaría contento: Celestia seguirá creyendo que su suegra es agradable mientras que Tania no estaría criticando las fallas de Celestia todos los días. Todos estarían felices y además, la ausencia hace que el corazón se encariñe más.

Una vez que Gerard salió de la cocina, Tania se levantó y se despidió.

"Gerard, acompáñame al auto."

Inicialmente, Celestia quería levantarse y acompañar a su suegra al auto, pero se quedó quieta ya que la madre y el hijo debían tener algo que hablar en privado.