Melissa.
—P-por… ¿Por qué hiciste eso? —pregunto sabiendo que no puede haber una explicación para ello.
Entendiendo que solo tu peor enemigo podría hacer una cosa como esa, pensando que estaría menos conmocionada si se tratase de otra persona, y diciéndome a mí misma: ¡Está bien! A veces merezco cosas, inclusive Sara me reclamó por mi egoísmo. ¡Sí! Merezco indiferencias de parte de ella. Lo acepto.
¿Pero esto? Que alguien me explique ¿cómo tu propia hermana, tu propia sangre puede hacerte algo como esto? Por más que razono no logro entender.
Luego de que ella dejara de llorar y secar su rostro, vuelve hacia a mí sin acercarse mucho, entonces toma aire y decide continuar hablando.
—Por qué amo a Luc, siempre lo he amado y estoy perdidamente enamorada de él.
Mis labios tiemblan a desmedida, esto no es cierto, no pude ser cierto.
—Abre la puerta —le exijo, pero ella no se mueve del lugar.
—Yo no decidí esto Melissa, yo… no decido sobre mis sentimientos, siempre amé a ese hombre —sus palabras entrecortadas por el llanto solo hacen que mi ira vaya en aumento.
—¿Por qué ir en contra de mí? ¿Por qué no con Dafne? ¡¿Por qué mierdas no se lo dices a él?!
—No puedo decirte por qué no en contra de ella, solo puedo decir que ella es insignificante en este asunto…
—¿Insignificante en este asunto? ¡Maldita sea!, ¡Ella se va a comprometer con Luc!
—Y eso no te hizo detener en lanzarte sobre él y hacerte la víctima en este asunto, confundiendo sus sentimientos para que por no sé cuanta vez, todos tengas lástima de ti y seas el centro de atención.
A pesar de todo, mi hermana no se siente culpable por lo que hizo, a pesar de todo, sus lágrimas solo demuestran remordimiento. Estoy tan impactada con esta información que no sé ni que pensar. Sara quería hacerme venir solo para que no me acerque a Luc, para hacerme sentir más mal de lo que estoy y para que yo entienda que ella hará todo lo que esté en sus manos, para estar con mi amigo Luc.
La observo por unos segundos más, no puedo odiarla a pesar de lo que hizo, a pesar de la rabia y la frustración no puedo hacerlo.
Rápidamente tomo mi bolsa y me dirijo a la puerta.
—Abre…
Sara toma las llaves en sus manos y abre pausadamente hasta que la puerta es abierta por ella y justo cuando voy a salir, sus últimas palabras son gesticuladas para terminar de matarme.
—Solo te pido que no le digas esto a Luc, solo te pido que me dejes por una vez en la vida ser feliz sin que tu presencia interfiera… solo te pido eso hermana…
Luc.
—Perdóname… de verdad. He sido un imbécil, pero no quiero lastimarte más, yo te quiero mucho y lo seguiré haciendo después de esto… tú has sido…
Mis palabras quedan colgadas en el aire mientras Dafne mira hacia otra dirección, las lágrimas en sus mejillas me hacen sentir miserable, un completo hijo de puta.
Pero no puedo seguir con esto, de hecho, no debí iniciarlo teniendo a otra persona en mi corazón.
—Entonces… ¿Ni siquiera lo pospondremos? —pregunta ella en un susurro.
—Seria caer en el mismo error, Dafne —digo levantándome hacia ella envolviéndola en un abrazo—. No puedo seguir engañándote, ni engañándome a mí mismo.
Ella asiente lentamente, a la vez que se seca las lágrimas.
—De acuerdo… tienes razón, después de lo que me dijiste es imposible pensar que quieras comprometerte conmigo, no podría igualarme a ella…
—No digas eso, no te compares, tú eres muy diferente a cualquier otra persona en el mundo, solo que…
—No me amas —completa ella interrumpiendo mi conversación.
Suelto el aire desesperado, uno que exclama todo el sentimiento de culpa al verla así. Dafne de cierta forma fue un refugio para mí en todo este tiempo, incluso cuando no éramos nada, me ayudó a amortiguar el dolor que me causó Melissa cuando supe que tenía novio.
Fui un idiota al pensar que otra persona podría hacerme sentir mejor, inclusive fui mucho más lejos al pensar que un compromiso me haría olvidar todo este sufragio que ha llevado mi corazón al límite.
Simplemente no sabía cómo contener todo lo que estaba dentro de mí, Melissa River ha sido mi talón de Aquiles desde siempre, pero su actitud me ha hecho un cobarde al querer acercarme a ella, porque siempre me demostró que yo era como un hermano más. Y lo peor de todo llegó cuando supe de su noviazgo, hecho que me llevó a no tener ningún tipo esperanza y que de forma pusilánime me arrojara hasta esta situación en la que me encuentro ahora.
Por supuesto que he sido un completo idiota.
No puedo negar que de cierta forma ella ayudó a que me alejara, tampoco puedo negar que sus continuos desplantes me hicieron decepcionarme en muchas ocasiones.
Pero su acercamiento en estos últimos días o semanas me ha vuelto completamente loco. Han acelerado mi corazón con fuerza, una fuerza que no sé cómo he podido refrenar estando con ella, una que no sé cómo he sido capaz de contener y dejarme llevar por todo lo que me arrastra a una sola dirección.
Ella.
No sé a ciencia cierta en qué momento esto evolucionó tanto hasta el punto de no soportar tenerla cerca sin querer tocarla, o sentirla. Definitivamente después de la muerte de mis padres ella fue un bálsamo para mi vida y en cuanto me di cuenta, sentí que yo ya no podía sería igual sin ella, en ningún aspecto de mi vida.
Mell simplemente voltea mi mundo, lo hace trizas y luego lo reconstruye con una facilidad que no logro comprender. Y el hecho de conocerla tan bien, me da la confianza de entender hoy, que lo que dijo ayer, fue todo muy real. No puedo asegurar que está enamorada de mí, no puedo afirmarlo a ciencia cierta.
Lo único de lo que estoy seguro es que ella puso en un hilo su relación y que está terriblemente confundida, porque ahora sus celos respecto a mi persona, parecen dominar su persona y eso no puede ocultarlo.
Y eso de cierta forma hoy me hace más vivo que nunca.
No he tenido el valor de llamarla, quiero cumplir con el acuerdo en donde estipulamos que daríamos un espacio y trataríamos de arreglar de forma individual la situación en la que estamos. Hasta ahora, y hasta este momento no sé nada de ella ni que acciones ha tomado.
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