Venceré romance Capítulo 40

Esta vez, la reacción de Marco fue un poco sutil.

Primero se quedó atónito, luego frunció el ceño, dudando en tomar mi celular. "¿Qué está pasando?"

Me quedé mirando su rostro y sonreí. "Es lo que te conté la última vez, me están dando fuertes dolores de cabeza de vez en cuando. ¡Es en el mismo lugar que me dijiste que estaba bien!"

Aunque Anastasia mantenía la calma, noté una rigidez en su cara. Fingía distraer a Eloy, actuando como si nada hubiera pasado.

"¿Te duele ahora?" Preguntó con preocupación, acercándose a mí para echar un vistazo.

Murmuró para sí mismo, "¿Cómo puede ser esto posible? No era así cuando me lo mostraste hace unos días. Deberíamos ir al médico."

"Sí, le pregunté a Anastasia hace unos días y ella también dijo que estaba bien. Pero hoy, cuando la peluquera vio el problema, se asustó y tomó una foto para mostrármelo. Querido, ¿deberíamos averiguar qué me está pasando?"

Señalé directamente a Anastasia. ¿Estás actuando como si nada hubiera pasado? ¿Crees que soy tonta?

Sin embargo, los presioné con cada palabra, queriendo generar un conflicto entre ellos.

"Voy a hacer unas llamadas, necesitamos ir al hospital." Marco era un buen actor, y su determinación se veía firme. Miró su reloj y dijo, "Ya es tarde, estás cansada. Vamos mañana, es mejor hacerte los análisis en ayunas, así que no desayunes."

Estaba en lo cierto, las pruebas médicas generalmente requieren estar en ayunas.

Asentí de acuerdo, "Está bien, estoy cansada y quiero descansar un rato, no hagas ruido."

Luego subí las escaleras con mi manta, sin ganas de verlos más.

Además, tenía que decirle a Ofelia que no se preocupara.

Pero estaba segura, había sembrado la semilla de la discordia entre ellos.

Para evitar que Anastasia tomara medidas drásticas, fingí estar demasiado cansada y 'dormí' todo el tiempo, sin bajar a cenar.

El compuesto peligroso aún no había sido encontrado, así que no podía bajar la guardia.

Desperté a medianoche de hambre y me senté, despertando a Marco sin querer.

Él se levantó somnoliento y encendió la luz, mirándome con una voz suave. "¿Qué pasa, cariño?"