Venceré romance Capítulo 49

No podía evitar asombrarme, el equipo de vigilancia de hoy en día ha avanzado tanto en comparación con el pasado.

No solo la resolución de la imagen era muy alta, sino que el sonido era tan claro como el agua, era como ver una telenovela.

Abajo, Anastasia, al ver que Marco y yo subíamos las escaleras, agarró a Alexandra, “¿Cómo encontraste este lugar? ¿Cómo sabías que estaba aquí?”

Alexandra intentaba disimular una sonrisa condescendiente y dijo con arrogancia, “Eso depende de si quiero encontrarte o no. No hay que ser un genio para encontrar a alguien si te esfuerzas un poco. Hermana, eres increíble, ¿viviendo en un lugar tan lujoso? ¡Y comes tan bien! Parece que tu jefe te trata muy bien."

Alexandra parecía mucho más relajada sin nosotros presentes, paseaba por la sala de estar, mirando aquí y allá con envidia y codicia.

“Hermana, eres tan astuta, vives en un lugar tan bonito y no me mencionaste nada, eso es muy cruel de tu parte”. Alexandra observaba su alrededor mientras criticaba a Anastasia, “Nuestra madre siempre decía que tienes un corazón frío, que no reconoces a tu familia. Parece que mamá te conoce bien."

“Deja de hablar tonterías, ¿qué quieres decir con ‘no reconoces a tu familia’? Si no reconociera a mi familia, ¿por qué te enviaría dinero cada mes? No te olvides de quién pagó tu educación.” Anastasia se defendió mientras jugaba con Eloy.

“¡Ya déjalo! No pienses que porque me das unas pocas monedas me siento en deuda contigo.” Alexandra refunfuñó y luego preguntó, “Por cierto, hermana, ¿te has beneficiado de ellos?”

“¡Eso no es asunto tuyo!” Anastasia respondió impacientemente.

“Eres increíble, vives con tantos lujos y no te preocupa nuestra familia. ¡Eres realmente despiadada!” Alexandra continuó provocando a Anastasia mientras jugaba con unos bloque de lego, “Dime, ¿cuánto te pagan?”

Anastasia estaba furiosa, “¡Alexandra, cállate! ¿Acaso ellos te han dejado sin comida o sin ropa? Si soy tan egoísta, ¿por qué te daría dinero? Dime, ¿cuál es tu verdadero motivo para venir aquí hoy?”

Alexandra arrugó su rostro en una expresión de inocencia, “Hermana, estoy sin dinero, me voy a graduar pronto y eso cuesta dinero…”

Anastasia se puso roja de rabia.

Alexandra continuó con su acto inocente, “Mira, si no viniera aquí a buscarte, ¿podría quedarme en Visboa tan fácilmente?”