PDV Teresa
Daisy nos arrastró
a Tomas y a mí hacia el interior del lugar donde se celebraría la subasta,
ninguno de los presentes noto nuestra llegada exceptuando a un par de personas,
antes de que Daisy pudiera guiarnos hacia el escenario, yo me detuve y tome la
mano de Tomas.
Le dije a Daisy
que yo nos guiaría a partir de ahora y que se fuera a su posición, me miro unos
momentos antes de asentir y salir corriendo hacia el lugar donde debía estar,
vi cómo fue al escenario y después de eso me fui con Tomas.
Lo lleve al
escenario por mí misma, había puesto a Vincent casi al último lugar, habían
como 200 chicos y chicas por delante de él, si colocaba a Tomas al comienzo de
la fila, quizás eso haría que no se pudieran ver.
No sé si eso
funcionaria o no, pero debía intentarlo, Tomas pasaría por la pasarela mucho
antes que Vincent, y eso daría tiempo de que se fuera sin que se llegaran a
ver.
Era en lo único
que pude pensar a este punto.
Lleve a Tomas a
la fila y lo coloque en los primeros puestos, hubieron muchos hombres que se
quejaron por saltarme la fila de esa forma, pero yo era la organizadora, y
debían aceptarlo, además muchos de ellos se callaron cuando vieron a Tomas a
los ojos.
Su mirada podía
ser muy intensa.
Después de que
todo estuvo arreglado, me fui de allí y rece por que todo saliera bien, camine
al lugar del escenario que me tocaba y salude al público.
Dije las palabras
que ensaye en estos últimos días, y después de unas breves oraciones de
apertura y unos cuantos agradecimientos a nuestro mecenas… la cual por alguna
razón no pudo asistir al evento que patrocino, di comienzo a la subasta.
Hice que las
luces se apagaran, el lugar quedo en relativa oscuridad, y las pocas luces que
quedaban fueron guiadas a la pasarela, hice pasar a la primera pareja.
Primero fue un
chico de mi universidad, no lo conocía, y tampoco había visto su rostro antes,
se había vestido de forma esmerada, eso se notaba, camino por la pasarela mostrando todo lo que tenía,
no le fue muy bien.
Al principio no
recibió muchas ofertas, solo después de un tiempo fue que estas llegaron y no
fue nada de lo que hubiera podido esperar.
Al final se fue
después de solo haber obtenido 500$ por él.
Este comienzo
fue… no tan bueno.
Después de que el
chico se fuera, hice pasar a la chica, el hacer esto me hizo acordar
involuntariamente de lo que paso hace más de 2 meses atrás, cuando yo hice algo
similar en el club nocturno al cual me llevo Daisy.
Aunque claro, en
esta ocasión la chica no estaba subastando su virginidad… solo subastaba una
cita con ella.
La chica desfilo
de la mejor manera que pudo por la pasarela, al finalizar pregunte por las
ofertas, en comparación con el chico anterior, la chica recibió más ofertas,
hubieron varios hombres interesados.
Al final la chica se subasto por 800$ en
total.
2 chicos, y
habíamos obtenido 1300$ por ahora… no estaba tan mal, habían casi 200 más, y
faltaba el plato fuerte que eran Tomas y Vincent.
Se seguíamos con
esta tendencia con las 100 parejas de chicos y chicas que teníamos podríamos
reunir más de 200.000$ para la universidad, y eso era sin contar a Tomas y
Vincent, lástima que Mía no participo, con ella podríamos mucho más.
Seguí pasando las
distintas parejas una en una, las ofertas que recibimos fueron más o menos las
mismas para todos ellos, las mejores parejas de chicos y chicas lograban
recaudar entre ambos unos 2000$, mientras que las otras recaudaban unos 1000$
en promedio.
Era lo esperado,
aunque cuando Daisy paso, pudo reunir mucho más en comparación con todos los
demás que pasaron antes, un tipo de unos 30 años, quizás un poco menos, de piel blanca y cabello negro, empezó a dar
bastante dinero por ella.
Pude ver como
Daisy fruncía el ceño, ese hombre empezó a dar un par de amenazas de que nadie
le quitaría a “su chica”, y eso pareció dar en el orgullo de varios hombres de
la subasta.
Empezó una
pequeña guerra de ofertas por Daisy, motiva por el orgullo al parecer.
Ese hombre de
cabello negro gano le gano a los demás al ofrecer por Daisy un total de 50.000
dólares… al pronunciar ese monto, vi cómo le guiñaba un ojo a Daisy.
Los demás hombres
de la sala no siguieron ofertando mas, 50.000 dólares ya era mucho solo para
una simple cita, Daisy estaba a mi lado y miro con esperanzas a algunos de
ellos, ninguno cumplió con sus expectativas.
Al final Daisy
fue para ese tipo de cabello negro, el cual se emocionó bastante, quería subir
al escenario para abrazarla, tuvimos que detenerlo para que no lo hiciera, no
se permitía el contacto en la subasta.
De todas formas
su mirada siempre estuvo fija en Daisy.
— ¿Quién es él
Daisy? —le pregunte con curiosidad.
Era obvio que se
conocían de alguna parte.
— ¿Recuerdas que
te dije que me dieron 50.000 dólares por mi virginidad? —me pregunto Daisy
mientas se giraba hacia a mí.
—Si ¿Y…?
—Pues ese tipo
fue el que la compro —me dijo Daisy, antes de retirarse tras bastidores.
Me quede viendo a
mi amiga mientras se iba, no me espere que el tipo que compro su virginidad
hubiera venido a la subasta.
Me acorde de
algo, a diferencia… de mi noche con Tomas, Daisy no disfruto mucho su noche con
el tipo que compro su virginidad… aunque yo debí estar era con Vincent… ¿Cómo
hubiera sido estar con él en lugar de Tomas?
Por lo visto
Daisy y ese tipo no quedaron muy bien.
Hasta ahora,
Daisy fue la oferta más alta, 50.000 dólares, algunos estudiantes se
emocionaron pensando que ahora habían empezado las grandes ligas, seguí pasando
varios pero sus montos no se acercaron a los de Daisy.
Después de varias
parejas, finalmente llegó el turno de Tomas.
Este último era
el verdadero plato fuerte, como diría Daisy, las demás parejas de alumnos
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO