PDV Teresa
Vi como Vincent
atravesaba las cortinas y se mostraba ante el público, sin saber qué hacer, lo
perseguí para detenerlo y tratar de hablar con él.
Ambos salimos, y
las luces se enfocaron en nosotros, lo menos que quería era esa atención en
estos momentos, pero de seguro pensaron que Vincent era el siguiente en ser
subastado por mí.
Pude escuchar
como los compradores murmuraban ante la presencia de Vincent, no preste
atención y en su lugar me apresure y trate de tomar su brazo, pero mientras
estaba en eso, Vincent lo agito y evito que pudiera tomarlo.
Se giró, nos
miramos, pude ver el enfado de Vincent en sus ojos.
— ¡Te dije que no
me tocaras! ¡Sé dónde estuvieran esa mano tuyas y que has hecho con ellas! —me
dijo mientras ambos estábamos en la entrada de la pasarela del escenario.
— ¡Vincent!
¡¿Quieres calmarte un poco y escucharme?! Puedo explicarte todo si te calmas y
me dejas darte mi versión de las cosas, solo tienes que escucharme.
— ¡No! ¡No quiero
escuchar nada! ¡¿Sabes cuánto fantasee en ser el primer que tomara tu
virginidad de allí atrás?! ¡¿Sabes cuánto?! ¡Y ahora descubro que hace tiempo
que te “dieron” antes que yo! ¡Y a mis espaldas! —me grito.
Su voz sonó el
escenario… lo más probable es que los presentes escucharan lo que dijo…
—Fue solo 1 vez,
y no has escuchado como pasó todo, ven conmigo, cálmate y escucha mi versión de
las cosas —trate de agarrarlo otra vez para llevármelo detrás de las cortinas.
Ya habíamos hecho
mucho escándalo.
Vincent volvió a
esquivar mi agarre.
— ¡Vincent!
— ¡No quiero
escuchar nada ahora Teresa! —continuo retrocediendo, alejándose de mí.
— ¡Te dije que
vengas ahora! —le grite mientras me acercaba.
— ¡No!
—Si no me
escuchas por las buenas, entonces te contare las cosas en estos momentos ¿Eso
es lo que quieres?
—No, te dije que
no quiero escuchar nada de ti ahora.
—Pues no tienes
elección, o vienes conmigo para que hablemos en privado o hago que me escuches ahora.
—No voy a ir
contigo Teresa.
—Entonces voy a
contarte todo ahora ya que no quieres hacerlo por las buenas.
—No voy a
escuchar nada de lo que tengas que decir —me dijo Vincent mientras se colocaba
las manos en sus oídos.
— ¡Vincent!
— ¡¿Qué dijiste?!
¡No te escucho! —me dijo Vincent, mientras me hacía algunas muecas burlonas.
— ¡No seas idiota
vas a…!
Antes de que
pudiera terminar lo que iba decir, pude ver como Vincent se caí de la pasarela…
el idiota se había puesto a retroceder de espaldas sin mirar por donde iba y
termino por caerse por uno de los bordes.
Las mujeres de
cerca dieron varios gritos de asombro, pude ver como muchas personas sacaban
sus teléfonos para grabar la escena.
Me acerque a
Vincent, este se levantó rápido del suelo, giro la mirada varias veces en los
alrededores, noto que las personas cercanas estaban grabando todo.
— ¡¿Es que
quieren llevarme de recuerdo a sus casas?! ¡Búsquense un oficio! ¡¿O por qué no
me toman también fotos?! ¡Podrán enmarcarlas y llevarme de recuerdos a sus
casas! —les grito Vincent a todas las personas cercanas.
Tal comentario
solo hizo que más personas alzaran sus teléfonos para poder captar la escena…
el hombre que compro a Daisy por 50.000 dólares también estaba entre ellos, se
estaba riendo.
—Vincent, ya
regresa conmigo de una vez, ya llevaste esto muy lejos —le dije mientras le
daba mi mano para ayudarlo a subir de nuevo a la pasarela.
Vincent al
escuchar mis palabras se giró para verme, nuestras miradas se cruzaron, pero él
solo se dio la vuelta y se fue mientras todos los demás lo miraban y lo seguían
apuntando con sus teléfonos.
Suspire al ver
todo esto, y después note que la atención de todos los teléfonos se giró hacia mí,
me fui de inmediato al ver esto y pase las cortinas, al llegar allí fui recibida
por Tomas, dio la casualidad de que nuestras miradas se cruzaron en ese
momento, era intensa.
Pude escuchar a
mis compañeros murmurar mientras estábamos juntos, no sé si habrán escuchado lo que paso allá afuera en la
pasarela.
— ¿A dónde se fue
Vincent? —me pregunto Tomas.
—Él… se fue.
— ¿Se fue?
—Sí, se acaba de
ir.
—Ya veo…
— ¿Puedes hablar
con él por mí? No quiso escucharme.
—Antes de hablar
con Vincent, primero quiero hablar contigo Teresa.
Maldición…
— ¿Sobre qué
quieres hablar Tomas? —le pregunte.
No me presiones más
por favor…
— ¿Qué te parece
ese asunto sobre que Vincent sea tu jefe, Teresa? ¿Ese es un tema que te
interesa?
Diablos…
—Pues… con
respecto a eso…
— ¿Quién era el
hombre que me presentaste como tu jefe en Francia?
—Ese hombre, era
el padre de una amiga mía que hice en nuestro viaje a Canadá, era Francesa, y
cuando estuve allá me puse en contacto con ella, cuando me dijiste que venias,
le pedí el favor de que hiciera pasar a su padre como mi jefe para que creyeras
en lo que dije —le dije a Tomas, tenía que decirlo todo ahora.
—Entiendo, ¿Por
qué hiciste eso?
—No quería que
supieras que Vincent era mi jefe, por eso lo hice.
— ¿Por qué no
querías que me enterara de esto?
—No sé, pensaba
que si te enteraras de Vincent, todo iba a complicarse aún más para mí, pensé
que era lo más fácil de hacer, creí que sería lo mejor.
—Cuándo te llame
en esos días antes de que te fueras a Francia y me dijiste que estabas en la
casa de tu jefe trabajando… ¿En ese momento estabas con Vincent?
Maldición…
—Si… si estaba
con él…
—Ya veo, ahora
quiero que me respondas algo y más te vale que me digas la verdad Teresa —la
mirada de Tomas era muy intensa mientras me decía esto último, mi cuerpo empezó
a temblar un poco.
—Está bien Tomas,
¿Qué quieres saber?
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