PDV Teresa
Al oír lo último
que dijo Tomas, me sentí algo frustrada, parece que no está entendiendo que el
punto era que nunca debió espiarme… incluso si podía estar seguro de que esos
detectives no se pusieron a espiarme en momentos inoportunos.
¿Por qué ninguno
de los 2 hombres que son los más cercanos a mí actualmente a excepción de mi
hermano, pueden ser normales?
Ya sea Vincent o
Tomas, ambos tenían sus propias rarezas… algo en mi interior empezaba a
entender cómo fue que este par llegaron a ser amigos.
—Dime Tomas, ¿Tu
equipo sigue investigándome? —mi tono fue más brusco del que hubiera querido.
Tomas frunció el
ceño al oír esto último… eso me dio un indicio de lo que venía.
—Pues… si…
todavía no le he dado la orden de que terminen —me dijo finalmente.
¡Hijo de…!
— ¿Y que estas
esperando para hacerlo?
— ¿Quieres que lo
haga… aquí?
—Sí, hazlo ahora,
no puede ser difícil, solo llámalos y diles que paren con todo.
—Teresa… hacer
eso de ese modo es muy abrupto, son un equipo profesional y firmamos un
contrato que…
— ¡Hazlo!
—Está bien, está
bien, no es necesario que me grites al oído, ¿Si sabes que si rompo mi contrato
de este modo con ellos, además de tener que compensarlos económicamente también
terminare en su lista negra?
—Tomas…
—Bien, bien, no
es necesario que me mires así… lo voy a hacer —me dijo Tomas, antes de tomar su
teléfono y empezar a marcar en el.
Me mantuve
mirándolo todo el proceso, hice que colocara el altavoz para saber que estaba
hablando con ese equipo que contrato, no iba a dejar que me engañara al fingir
estar hablando con alguien o con otra persona diferente.
Escuche su
conversación y como Tomas cancelaba el contrato con el equipo, el hombre de la
voz le dijo varias veces a Tomas que iba a tener que darles una compensación
por la ruptura anticipada, y además que iba pasar un tiempo antes de poder
volver a contratarlos.
La conversación
con Tomas finalmente acabo, ese hombre detrás del teléfono se despidió de él, y
después se cortó la llamada, Tomas se me quedo mirando uno momentos antes de
hablar.
—Ya está ¿Estas
feliz ahora? —me pregunto.
— ¿Tu qué crees?
— ¿Qué más
quieres Teresa? Ahora voy a tener que dar más dinero del que pensé y además de
eso, no podre contar con los servicios de una buena agencia, ¿Eso te parece
poco?
—En 1 lugar no tenías
que contratar a esos tipos para espiarme a escondidas, solo debías confiar en
lo que yo te dije Tomas.
— ¿Y cómo quieres
que confié en ti cuando me has estado mintiendo durante meses? Incluso te
tomaste la molestia de presentarme a jefes falsos justo en mi propia cara,
¿Cómo quieres que confiara en ti después de eso? ¿Cómo?
Bueno… allí si me
agarro.
—Las mentiras que
te dije no fueron con mala intención Tomas.
— ¿Y con qué
intención fueron? Me mentiste una y otra vez Teresa, y en mi cara, cuando me entere de todo, perdí bastante la
confianza en ti, no esperaba que fueras de ese tipo de mujer que miente a cada
momento.
—No fue a cada momento
Tomas, solo fue con el asunto de Vincent, no pensaba que algo bueno pudiera
salir de que ustedes 2 se reunieran y menos de que conocieras a Vincent como mi
jefe.
— ¿Por qué
pensaste eso?
—Por qué te
conozco… cuando estuvimos en la inauguración del restaurante de mi hermano, te
la pasaste hostigándome solo por que hubieron un par de hombres que hablaban
conmigo mientras trabajaba, si hacías eso con ellos, no quiera ni pensar en lo
que podría pasar si te enterabas de que un hombre como Vincent era mi jefe y
que pasaba tanto tiempo con él.
— ¿Un hombre como
Vincent? ¿Y cómo es él Teresa? ¿Cómo es para ti exactamente?
Mierda…
—Dime Teresa,
¿Por qué piensas que Vincent hubiera causado un impacto más grande en mí que
todos los demás hombres? —continuo preguntando con esa mirada tan intensa.
Al demonio, Tomas
me estaba regañando por mentir una y otra vez en su cara, pues bueno, voy a
decir la verdad sin pensar más en eso.
— ¿No es obvio
Tomas? Es por que Vincent es mucho más atractivo y bien parecido que cualquiera
de los otros hombres que se me acercaron en el restaurante, si reaccionabas así
por ellos, no quiera ni pensar en cómo ibas a actuar con alguien tan guapo como
Vincent como mi jefe.
Ya está, lo dije,
dije la verdad…
Tomas al oír esto
se quedó callado unos segundos, me ponía nerviosa.
—Así que alguien
muy atractivo… ¿Mas que yo Teresa? —me pregunto.
¿Le abre dado en
el ego?
—Dime Teresa, ¿Te
preocupaba que yo me enojara por que el jefe con el cual pasabas tanto tiempo,
era un hombre tan joven como yo, y más atractivo? Dime ¿Fue por eso?
—No, bueno, sí,
ambos están al mismo nivel Tomas.
— ¿Al mismo
nivel?
—Bueno si, y no
sé, se parecen en algunos puntos, no quería ver cómo iban a interactuar 2 tipos
tan narcicis… tan arrogan… tan orgullosos como ustedes 2, si, no quería ver
cómo iban a hablar tipos como ustedes
Orgullosos… creo
que esa palabra es la menos negativa entre las 3.
—Así que soy tan
“orgulloso” que no puedo llevarme bien con la gente, ¿Eso es lo que quieres
decir Teresa? —me pregunto, se acercó un poco a mí al decir eso.
—Al menos con
Vincent… eso fue lo que creí Tomas, no quería ver eso, pensé que era más fácil
mentir y evitar esa situación.
—Ya veo, y sin
embargo, aquí estamos, todo por tus mentiras Teresa.
—Sí, sí, no
pensaba que lo podrían descubrir.
—Mentiras
complicadas como esas tarde o temprano se descubre Teresa, no se puede evitar.
— ¿Y ahora me lo
dices? —le pregunte con cierto pesar.
—A todo esto…
¿Qué pensabas hacer a largo plazo?
— ¿A largo plazo?
—Si… según
Vincent, tú ibas a trabajar para él por tiempo indefinido… ¿Cómo ibas a evitar
que lo viera a largo plazo Teresa? ¿Cómo?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO