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Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 202

PDV Saint

El padre de Teresa termino notando que lo seguía… ¿Cómo lo noto? Bueno, quizás fue por mis gritos, eso no importa, de todas formas ahora tenía que seguirlo si no quería llegar a perderlo.

Gire mi mirada hacia atrás y vi que Daisy me seguía… iba muy atrás de mi…

— ¡No te quedes allí y corre más rápido! ¡Agita esas piernas! —le grite.

— ¡No me presiones así! Soy una chica y tus piernas son más largas que las mías —me dijo Daisy.

—Ya deja de quejarte y sigue corriendo.

Gire mi mirada de nuevo hacia el padre de Teresa, el tipo corría bastante rápido, al ver eso aumente la velocidad.

¿Por qué estaba así?

Nuestro pequeño juego del gato y el rato solo duro un par de minutos antes de que lograra tomarlo del brazo, lo apreté fuerte para evitar que tratara de escaparse.

Fue difícil atraparlo y más por las personas que nos interrumpieron en el camino, no iba a soltarlo tan fácilmente.

—Usted sí que me ha hecho sudar, no recuerda la última vez que tuve que correr así —le dije al padre de Teresa mientras calmaba mi respiración.

Una vez me calme, gire mi mirada hacia Daisy… sí que era lenta, no nos alcanzó hasta 1 minuto después, una vez que llego, le costó un poco calmar su respiración.

—Qué mala condición física tienes mujer —le dije al ver esto.

—No me hables así, sabes bien que tan buena resistencia tengo cuando se trata de… bueno, tú sabes cuanta resistencia tengo, dejémoslo así —me dijo Daisy.

—Como sea —murmure mientras giraba mi vista hacia el padre de Teresa.

El tipo trataba de zafarse de mi agarre, pero no lo deje hacerlo.

—Bien, ¿Ahora si podemos hablar como gente civilizada? —le pregunte al padre de Teresa.

— ¿Se puede saber que quiere de mí? Hasta donde sé, usted y yo no nos conocemos Vincent —me dijo el papa de Teresa.

¿Qué fue lo que dijo?

—Oiga una pregunta.

— ¿Qué?

— ¿Cómo sabe mi nombre? No nos conocemos… ¿Cómo sabe mi nombre?

La expresión del papa de Teresa hizo varios cambios al escuchar mi pregunta, parece que no le gustó mucho.

—No, no nos conocemos, pero Daisy dijo su nombre hace rato, yo lo escuche, por eso supuse su nombre —me dijo el padre de Teresa.

… ¿Eso será cierto?

¿Cuándo fue que Daisy menciono mi nombre?

—Como sea, ¿Se puede saber qué es lo que…?

— ¿Qué es lo que hace usted aquí señor Richard? —le pregunto Daisy al papa de Teresa, interrumpiendo lo que estaba a punto de decir.

Bueno, ella y él se conocían mejor, quizás sería bueno de que termina esto.

— ¿Qué es lo que hace aquí? —le volvió a preguntar Daisy al padre de Teresa.

—Solo estaba de paseo nada más Daisy, solo eso —le respondió.

Daisy al oír eso ultimo frunció el ceño.

— ¿De paseo? —murmuro.

—Sí, solo eso ¿Ya pueden dejarme ir? —pregunto el padre de Teresa.

—De paseo… a esta hora del día, en este preciso lugar… —le dijo Daisy.

—Sí, ¿Qué tiene de raro? Muchas personas se pasean por estos lugares.

—Si… pero… ¿Cuántas de ellas traen trajes formales como los que usted carga justo ahora?

Daisy señalo al papa de Teresa después de eso… estaba vestido de forma muy formal…

—Esto… esto es porque…

—Ya no me mienta, ¿Es casualidad de que justamente se esté pasando por este lugar, justo a esta hora y justo cuando está sucediendo el juicio de Teresa? Y encima de eso con ropas tan formales… no nací ayer señor, hable —le dijo Daisy al padre de Teresa.

Que astuta, ciertamente era demasiada casualidad de que el papa de Teresa se paseara por aquí justo en este momento, no hay tantas casualidades en la vida y menos como esa.

—Está bien, está bien, solo vine a ver a mi hija ¿De acuerdo? —respondió el papa de Teresa.

— ¿La vino a ver? ¿Solo eso?

—Si ¿Qué tiene de raro? Mi hija está a punto de ir a juicio ¿No es normal que yo venga a ver cómo sale?

Mmmm.

Normalmente si fuera un padre responsable seria así… pero…

—Oiga, ¿No recuerda que le dije que no nací ayer? No me venga con esa excusa tan mala.

El padre de Teresa frunció el ceño.

—Estoy diciendo la verdad.

— ¿En serio? El mismo padre que hace años abandono a su familia, los dejo sin dinero, y el cual la última vez que se vio con sus hijos admitió no arrepentirse de lo que hizo y que encima de eso solo los contacto para evitar que su hija hablara con su novio y le dijera que no se asocie con él haciéndolo perder mucho dinero… ¿Ese mismo padre ahora se preocupa por su hija?

—Daisy, te conozco desde que eras niña, créeme, a pesar de todo lo que hice, de verdad solo quiero apoyar a mi hija, créeme.

—No te creo, Vincent, revísalo.

— ¿Desde cuándo tú me das órdenes a mí?

—Solo hazlo por favor.

—Bien, pero solo porque dijiste por favor.

Después de eso, me apresure a revisar al papa de Teresa y ver qué era lo que llevaba consigo, el tipo se quejó por mis acciones, trato de llamar la atención de las personas a su alrededor, pero ninguna hizo nada para ayudarlo… aunque en ocasiones escuche palabras como “llamar a la policía”.

Debía apurarme.

Tras un corto rato buscando, encontré un papel… pude reconocerlo al instante.

— ¿Entonces usted va a ser jurado en el juicio de Teresa? —le pregunte mientras miraba el papel.

— ¡¿Jurado?! ¿De verdad?

—Sí, aquí lo dice Daisy.

— ¡Dame eso!

Daisy no tardo nada en quitarme el papel de mis manos… que mal educada.

—Se dice por favor Daisy.

—Silencio, quiero leer esto.

—Así que… ¿Solo venía a ver a su hija? —murmuro Daisy mientras miraba al padre de Teresa.

—Pues…

—Vincent ¿Qué te parece si nos lo llevamos con nosotros? —me pregunto Daisy al oído.

Capítulo 202 Cierto truco 1

Capítulo 202 Cierto truco 2

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