Zong Jinghao asintió, su fuerte mandíbula se tensó y dijo con suavidad:
—Cuéntame.
—Hace ocho años Lin Guoan y Zhuang Zijin se divorciaron, por lo que él envió a la madre y a la hija al país A. Nunca volvieron hasta hace poco, cuando Lin Guoan las trajo de regreso.
Zong Jinghao frunció el ceño. «¿Por eso sabía hablar el idioma del país A? ¿Era porque una vez vivió allí?»
—¿Eso es todo? —Era evidente que esto no le satisfaría.
Guan Jing dudó y continuó:
—Después de que Zhuang Zijin fuera enviada al país A, dio a luz a un niño que era autista y vivieron una vida difícil allí antes de volver aquí, el niño murió en un accidente de auto.
Zong Jinghao frunció el ceño y su mirada se volvió más seria. Así que la última vez que vio la tristeza en sus ojos, fue por su hermano. «Y su bebé...»
—¿Nada más? ¿Ningún otro hombre en su vida?
—No, solo un psiquiatra que era cercano a ella. —Guan Jing miró la información que los investigadores le enviaron—. Nadie más, nunca tuvo una relación en la escuela ni era cercana a otro chico u hombre.
Esto significaba que era probable que el bebé en ella fuera del psiquiatra. La razón por la que fue traída por Lin Guoan fue por su compromiso y ella amaba el dinero porque tuvo una vida difícil en el país A, por eso trabajaba como traductora para él y también trabajaba en un restaurante.
Mientras pensaba en esto las acciones de Lin Xinyan ya no eran un misterio para él y ahora entendía lo que significaban las palabras de He Ruize, sintiéndose confundido. Se dio la vuelta y miró el hospital una vez más, antes de bajar las escaleras y salir del hospital en su coche.
En el hospital, Lin Xinyan no había almorzado y ahora tenía hambre.
—Mamá, quiero comer Eight-Treasure Rice —Lin Xinyan tuvo el repentino deseo de comer algo dulce.
Zhuang Zijin había pasado por un embarazo, así que sabía que las mujeres embarazadas tenían antojos y eran exigentes con la comida. El viejo dicho decía que los antojos agrios eran para los niños y los picantes para las niñas. ¿Tendría una nieta o un nieto?
—Lo haré en casa. —Zhuang Zijin se levantó, pero le preocupaba que nadie se hiciera cargo de su hija en el hospital.
Lin Xinyan parecía saber en qué estaba pensando su madre, por lo que dijo mientras sonreía:
—Estoy bien, el médico solo ha dicho que descanse.
Si no estuviera preocupada por su bebé, ni siquiera estaría en el hospital. Zhuang Zijin asintió y le recordó que descansara bien antes de salir de la habitación. En tanto ella se adentraba en el distrito, fue detenida de repente por unas cuantas mujeres, todas provenientes a este distrito. Aunque no llevaban mucho tiempo ahí, no tenían reparos con los vecinos.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó Zhuang Zijin frunciendo el ceño.
—¿Tu hija está embarazada antes de casarse? Tiene un bastardo dentro, ¿es cierto? —La que habló primero fue una mujer gorda de mediana edad que vivía al lado de la casa de Zhuang Zijin.
—Las dos siempre parecieron personas decentes. No puedo creer que su hija sea este tipo de persona. ¿No dijiste la última vez que tu hija solo tenía dieciocho años? —dijo la mujer gorda con agresividad mientras colocaba sus manos en la cintura.
Los colores en la cara de Zhuang Zijin cambiaron entre el rojo y el blanco.
—¿De dónde... de dónde has oído esas tonterías? —dijo con un tono tembloroso.
—¿Es un error? ¿Su hija no está embarazada?
La mano de Zhuang Zijin temblaba, pues su hija sí estaba embarazada.
—¡Una desgracia!
—¡Es cierto! Seduciendo a los hombres a una edad tan temprana. Siempre pensé que era una chica inocente, pero resulta que es una p*ta!
—¡Oye, oye! Esa apariencia ingenua es la que pone frente al mundo, pero en secreto ha estado haciendo cosas sucias.
—¡Cállate! No tienes derecho a decir esto! —Zhuang Zijin estaba furiosa, su rostro de apariencia gentil se torció en una máscara de ira.
—¡Si lo hiciste, no deberías tener miedo de los chismes!
Zhuang Zijin se aferró a su pecho y dijo con severidad:
—¡Mi hija no es el tipo de persona que creen que es!
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