Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 24

Guadalupe vino al evento solo por la apuesta. No estaba interesada en nada de la subasta.

Noah también se quedó en silencio. Nada parecía llamar su atención.

Sin embargo, Noah siguió mirando a Guadalupe. Noah era imposible de ignorar y, por lo tanto, inquietaba mucho a Guadalupe. Luego se dio la vuelta y preguntó: "¿Hay algo que te guste?".

"Por supuesto".

Noah entrecerró los ojos profundamente. Tomó la botella de agua, abrió lentamente la tapa y tomó un sorbo. Con una sonrisa, Noah se volvió hacia Guadalupe. "Pero lo que me gusta no se puede comprar".

Guadalupe podía notar el significado sugerente en las palabras de Noah, pero fingió no hacerlo. "Eso es una lástima".

"¿Qué hay de la Señorita Aranda?".

Preguntó Noah mientras jugueteaba con la tarjeta de postor en su mano.

Guadalupe estaba a punto de negarse cuando una pintura en la pared llamó su atención.

"Esa obra de arte de Frida Kahlo se ve muy bien", dijo Guadalupe.

Marcos tenía una colección de pinturas de Frida Kahlo. Guadalupe supo que a Marcos le encantaría la pintura cuando la vio.

Marcos vendría a Los Ángeles en los próximos días. Sería un hermoso regalo para él.

Guadalupe era una hija considerada.

Noah levantó las cejas. Él también se interesó. "¿Te gusta?".

Guadalupe miró a Noah y dijo: "A mi padre sí".

"Ya veo".

Noah asintió y miró a Guadalupe. No dijo nada más que eso.

Era un autorretrato de Frida Kahlo. La oferta inicial era de medio millón de dólares.

Sin embargo, a pocas personas les importaba. Entonces, la oferta solo aumentó a 700 mil dólares después de varias rondas.

Segundos después, Guadalupe levantó su tarjeta de postor. El subastador miró a Guadalupe y dijo: "La dama ofrece 800 mil dólares. A la una...".

Tan pronto como el subastador dijo eso, Aritz levantó su tarjeta de postor. El subastador detuvo su martillo de nuevo. "900 mil dólares. A la una...".

Noah entrecerró los ojos y miró a Guadalupe. "¿Necesitas ayuda?".

Guadalupe sacudió la cabeza y se rio. "No".

Guadalupe sabía el valor de la pintura. No debía exceder el millón de dólares.

Raúl chasqueó la lengua y dijo: "Como tú desees".

Aritz y Raúl no vinieron por este cuadro. Su objetivo era otro.

Guadalupe no esperaba que la pintura final fuera tan impresionante. Era un retrato de Picasso. La oferta inicial era de 10 millones de dólares. Noah pidió 20 millones de dólares. Parecía que Noah estaba decidido a quedarse con la pintura.

Sin embargo, Noah no fue el único postor. Aritz y Noah levantaron sus carteles en silencio y, al final, la oferta llegó a 35 millones de dólares.

Era la oferta de Aritz. Guadalupe pensó que Noah seguiría pujando, pero Noah se detuvo.

Guadalupe hizo una pausa por un momento y no pudo evitar mirar a Noah. "¿Sr. Chistau?".

Noah miró a Guadalupe. Sus ojos sonrientes eran muy cautivadores. "Creo que hiciste un buen punto. Lo dejaré ser un imbécil".

Guadalupe se rio entre dientes. "Sr. Chistau, está aprendiendo rápidamente".

Noah miró a Guadalupe. "Mi futura novia debería llevarse el mérito", dijo Noah con una sonrisa en los ojos.

La sonrisa de Noah se veía realmente encantadora. Fácilmente podría eclipsar todo a su alrededor, como la estrella más brillante del cielo.

Guadalupe siempre pensó que tenía un buen autocontrol. Sin embargo, ante la mirada de Noah, Guadalupe se sonrojó y su corazón latió más rápido.

Guadalupe inclinó la cabeza y miró hacia otro lado.