Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 40

Después del almuerzo, Marcos y Guadalupe salieron de la habitación privada. Marcos aún parecía hosco.

Guadalupe tomó su mano y dijo con una sonrisa: "¡Papá, no te enojes tanto, por favor!".

Marcos miró a su amada hija y forzó una sonrisa.

Al ver eso, Guadalupe no pudo evitar reírse. "Es una sonrisa tan falsa".

Entonces, Marcos se divirtió de verdad. "¿Qué puedo decir? En la escuela, te hubieras vengado si alguien te intimidara. Has crecido, pero has perdido tu espíritu. Hagas lo que hagas, te protegeré".

Al escuchar las palabras de Marcos, Guadalupe dejó de sonreír. "Soy adulta ahora. Por supuesto, no puedo ser tan impulsiva como antes".

Marcos pensó en el pasado. Empezó a hablar de la vida rebelde de Guadalupe en la escuela. Mientras hablaba, se olvidó del asunto que lo molestaba.

El padre y la hija charlaron alegremente. Guadalupe todavía sostenía la mano de Marcos. Desde la distancia, se veían muy íntimos.

Las personas que los conocían elogiarían su buena relación. Sin embargo, las personas que no los conocían podrían malinterpretarlos. Además, había un rumor de que Guadalupe era la amante de alguien. Al ver a Guadalupe tan cerca de Marcos, la gente podría creer el rumor.

Aritz acababa de salir del ascensor cuando vio a Guadalupe hablando y riendo con un hombre de mediana edad. Inmediatamente, su rostro se oscureció.

Vicente, que estaba detrás de Aritz, también quedó atónito por un momento. El rumor sobre Guadalupe estaba en todas partes hoy.

Honestamente, Vicente no lo creyó cuando lo escuchó. Inesperadamente, vio a Guadalupe con Marcos cuando salió del ascensor.

Vicente miró a Aritz al instante y dijo con cautela: "¿Señor Ávila?".

Aritz no respondió, como si no hubiera oído nada. Siguió mirando a Guadalupe, quien se acercaba.

Guadalupe no esperaba encontrarse a Aritz y no quería verlo, pero no porque se sintiera culpable, sino porque no quería ver la mirada sospechosa e indignada de Aritz, pues le recordaría su elección equivocada.

Además, Guadalupe estaba con Marcos ahora.

Marcos fue sobreprotector con Guadalupe desde que era pequeña. En la secundaria, Guadalupe tuvo una pelea con alguien. Su maestra llamó a Marcos a la escuela. Lo primero que hizo Marcos fue preguntarle a Guadalupe si estaba herida. Después de eso, Marcos preguntó qué había pasado y aceptó las disculpas de Guadalupe.

Guadalupe pensó que ni ella ni Aritz eran totalmente inocentes. Después de todo, ella insistió en formar parte de la familia Ávila en ese entonces.

También era cierto que Aritz no había tratado a Guadalupe como su esposa o la había protegido alguna vez en los últimos tres años.

Cuando Guadalupe y Aritz se divorciaron, si ella no hubiera detenido a Marcos, él ya habría traído gente para darle una buena lección a la familia Ávila.

Por lo tanto, al ver a Aritz frente a ella, se angustió.

No quería saludar a Aritz. De hecho, dada su relación, no tenía que saludarlo.

¡Guadalupe me decepciona cada vez más!".

Al escuchar las palabras de Aritz, Guadalupe no estaba enojada. En cambio, sonrió y dijo: "Gracias, señor Ávila. Realmente me siento cada vez más feliz después de dejarlo".

Cuando terminó de hablar, Guadalupe entró en el ascensor con Marcos.

La puerta del ascensor se cerró lentamente. Guadalupe se paró en el ascensor y miró fríamente a Aritz afuera. Ella no estaba muy decepcionada. Simplemente sintió que había sido muy estúpida.

Aritz se quedó allí. Pensó que Guadalupe debería sentirse avergonzada, pero parecía feliz, lo que hizo que Aritz se sintiera provocado.

Estaba enojado. Pero antes de que pudiera desahogar su ira, Guadalupe se fue con Marcos.

"Señor Ávila, si no nos vamos ahora, llegaremos tarde".

Vicente se puso de pie por un rato. Con el paso del tiempo, se armó de valor para recordarle.

Aritz miró a Vicente con frialdad. "¡Averigua quién es ese hombre!".

Vicente se quedó perplejo por un momento. Quería recordarle a Aritz el divorcio. Pero, después de pensarlo, Vicente se contuvo. "Está bien, señor Ávila".

Pronto, la calma de Aritz volvió. Luego siguió caminando.