Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 44

El auto negro en el que iba Guadalupe paseaba a la luz de la luna. Inclinó la cabeza y miró por la ventana. Al recordar el comentario de Aritz, frunció el ceño ligeramente.

Sheila la llamó amablemente: "¿Señorita Aranda?".

Guadalupe recuperó los sentidos y luego le respondió a Sheila: "¿Qué pasa?".

"La autora del rumor ha sido encontrada".

Sheila hizo una pausa y miró a Guadalupe antes de continuar: "Fue la señorita Ávila".

No sorprendió a Guadalupe, quien se rio entre dientes: "¡Olivia es increíble!".

Guadalupe sonrió.

Sheila no supo en qué pensaba su jefa. "¿Debería contarle al señor Aranda sobre esto?".

"¿Por supuesto, por qué no?".

La hostigaron muchas veces. ¿Por qué debería seguir aguantando?

"Entendido, señorita Aranda".

Sheila ordenó la evidencia y la envió directo a la secretaria de Marcos.

Esa misma noche, la secretaria de Marcos llamó para informarle a su jefe.

Cuando Marcos cortó la llamada, se enfureció tanto que golpeó la mesa. "Esto es demasiado. ¡La familia Ávila está rompiendo los limites!".

La señora Aranda escuchaba las noticias, pero se acercó al escuchar el alboroto. No sabía por qué su esposo golpeó la mesa. "Marcos, ¿por qué estás enojado?".

María llevaba treinta años casada con Marcos, y esta era la segunda vez que veía a Marcos enfurecerse.

Marcos miró a su esposa y dijo más calmado: "Esta mañana, alguien envió una foto de Guadalupe y mí de cuando almorzábamos. Así que empezaron el rumor de que Guadalupe había conseguido un papi dulce. Sheila descubrió quién lo hizo. ¡Fue la más joven de la familia Ávila!".

Cuando era joven, María no era ese tipo de persona que estaba dispuesta a dejarse mangonear. Desde que se casó con Marcos, se volvió incluso más intolerante a ese tipo de acciones.

Cuando María escuchó eso, se enojó mucho más que Marcos. "Pídele a tu secretaria que compre un boleto de avión ahora mismo. ¡Mañana iré a casa de la familia Ávila!".

En ese entonces, con solo ver a su hija, sus ojos se ponían rojos. Si Guadalupe no hubiera publicado las grabaciones y videos de Laia en internet para ese momento, causándole algunos problemas a la familia Ávila, habría llevado a Guadalupe a discutir con esa familia.

Hace unos días, Marcos había ido a ver a Guadalupe. Cuando regresó, María le preguntó sobre su estado. Marcos le dijo que Guadalupe se veía mucho mejor y que estaba un poco más gorda.

María estaba incrédula, pero ahora que la vio personalmente, finalmente le creyó.

Guadalupe miró a Marcos y dijo: "¿Cómo se atrevería papá a mentirte?".

María resopló y tomó su mano. "Es algo difícil de decir".

Guadalupe sonrió y habló bien de su padre, entonces dijo: "Mamá, primero los llevaré al hotel".

"Ya son más de las cinco. Vayamos a la casa de la familia Ávila. Es la hora de la cena. Definitivamente deben estar en casa. ¡Vamos!".

María estaba orientada a la acción desde el nacimiento, y ahora, aunque su hija creció, su personalidad siguió siendo la misma.

Marcos siempre la había adorado. Cuando Guadalupe lo miró con ojos suplicantes, él le respondió con una sonrisa.