Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 71

Laia ya ni siquiera la llamó "Srta. Aranda". Más bien, se dirigió a ella por su primer nombre, Guadalupe.

Guadalupe inclinó la cabeza y miró a Laia; su mirada cayó fuertemente sobre su rostro. Guadalupe de repente sintió que las dos señoritas Ferrero eran bastante interesantes.

"No quiero decir nada. Es solo que Luna ha estado de regreso por un tiempo, pero parece que nadie lo sabe".

Las palabras de Guadalupe hicieron que Luna se sintiera disgustada.

Luna bajó la cabeza ligeramente. Sus dulces ojos de repente se volvieron fríos sin que nadie lo notara.

Guadalupe miró a Luna con ironía. "Soy una persona terca. Y quiero resolver algunas cosas. Esta noche por casualidad estaba libre, así que vine a buscar respuestas".

Aritz había hecho algo tan repugnante. ¿Pensaron que se saldrían con la suya?

Si era así, ¿cómo aceptó Guadalupe el hecho de que ellos la engañaran durante tres años?

Tan pronto como terminó de hablar, tocaron la puerta.

Parecía que Aritz y Luna eran realmente una pareja muy dulce. Era increíble que él viniera aquí tan rápido.

Al mismo tiempo, el celular de Guadalupe vibró.

Miró hacia abajo y vio que era un mensaje de Noah, que estaba de pie junto a ella.

Solo había dos palabras en el mensaje: [Noah: Llegaron los medios.]

Después de leerlo, Guadalupe no pudo evitar mirar a Noah, quien también la miraba.

Guadalupe sonrió y dijo: "Sr. Chistau, usted siempre es considerado".

Noah entrecerró sus tentadores ojos y puso una sonrisa seductora.

Guadalupe apartó la mirada y la puso sobre Luna; sus labios se curvaban en una sonrisa complicada.

Laia fue la primera en correr para abrir la puerta. Cuando abrió y vio a quien tocó, se quedó atónita por un momento antes de ponerse feliz otra vez.

Laia se volteó para mirar a Guadalupe con orgullo y le dijo a Luna: "Luna, es el Sr. Ávila".

Al escuchar las palabras de Laia, la expresión de Luna también cambió. La alegría que delataban sus cejas era difícil de ignorar.

Guadalupe se quedó ahí, mirando a Luna y a los demás con una leve sonrisa. Al ver a Aritz entrar, la sonrisa en el rostro de Guadalupe se desvaneció.

Aritz vio a Guadalupe y Noah tan pronto como cruzó la puerta. Los dos estaban parados uno cerca del otro con expresiones idénticas.