Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 96

Guadalupe le sonrió a Noah e ignoró la pregunta de Ainoa. Ella le contestó: "Buenos días".

Tenía hambre cuando se despertaba temprano en la mañana. Como el desayuno estaba listo, Guadalupe no se negó. Caminó hacia la mesa del comedor y se sentó. "Gracias".

Noah alzó un poco las cejas y contempló a Guadalupe.

Colocó una taza de café frente a ella y con su mano acarició su frente. "¿Te sientes mejor?".

La cálida palma de él presionó la frente de Guadalupe y ella sintió un poco de calor.

Estaba viendo el desayuno y no esperaba que Noah hiciera tal gesto. Aunque, cuando Guadalupe se dio cuenta, él retiró la mano.

Noah habló y se sentó.

Ainoa se sentó junto a Guadalupe y no pudo evitar resoplar. "Sr. Chistau, ¿en verdad cree que esta es su casa?".

Noah ojeó a Ainoa, sin importarle en absoluto las burlas en sus palabras. "¿No me dijiste que hiciera lo que yo quisiera?".

Ainoa no sabía qué responder. No esperaba que Noah fuera tan desvergonzado.

De hecho, Guadalupe tenía hambre y estaba prestando atención mientras bebía café al lado.

Ainoa miró a Guadalupe y esta le sonrió. "¿Por qué me estás viendo?".

Ainoa resopló y no contestó nada más.

Ayer, Noah envió a Guadalupe al hospital para que le preparara sopa. Hoy, él le manda el desayuno. Parecía que estaban más allá de ser simples amigos.

Guadalupe quería dejarlo en claro, pero después del desayuno, Noah solo dijo: "Descansa bien y recupérate lo antes posible. Dejaré de molestarte".

Dicho eso, Noah se retiró.

Guadalupe contempló a Noah y, por un momento, solo pudo quedarse callada.

Ella frunció los labios y respondió: "Gracias, Sr. Chistau".

"Las palabras no son suficientes. Si quieres agradecerme en serio, puedes invitarme a cenar".

Mientras hablaba, caminó hacia la puerta. Él volteó para mirarla y le sonrió. "Esperaré tu llamada".

Con eso, Noah abrió la puerta y se fue.

"Esperaré tu llamada".

Ainoa repitió sus palabras. Después de todo, no pudo evitar abrazarse a sí misma. "Me puso la piel de gallina. El Sr. Chistau es tan dulce".

Ainoa pensó en algo y suspiró. "Es una pena. Es solo que él es un jugador".

Como Noah la había despertado temprano en la mañana, Ainoa tenía mucho sueño.

Guadalupe fue a la puerta y escogió un par de zapatos. "Como quieras. Ya me voy a la oficina".

Después de cambiarse los zapatos, Guadalupe salió de su departamento.

"Guadalupe".

Casualmente, cuando Guadalupe llegó al elevador, la puerta se abrió y salió Laia.

Guadalupe miró a Laia frente a ella y no pudo evitar alzar las cejas. "Srta. Ferrero, ¿me está buscando?".

"¿Puede permitirme cinco minutos?".

Laia salió del ascensor y señaló el pasillo detrás de Guadalupe, indicándole que fuera allí.

Guadalupe se encogió de hombros y caminó hasta el final del pasillo.

"Guadalupe, lamento mucho lo que pasó ayer. No sé por qué ella mentiría. Ahora todo el asunto se salió de nuestro control. El Sr. Ávila estaba tan furioso anoche por este asunto".

En ese instante, Laia miró a Guadalupe y dejó de hablar.

Guadalupe la miró y sonrió. "Srta. Ferrero, ¿qué quiere decir?".