¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 273

—¿Qué estás haciendo?

Chloe todavía llevaba el vestido de novia, hoy estaba extraordinariamente hermosa, pero ahora mismo tenía las cejas fruncidas.

Cristián solo pudo decir la verdad, porque lo había pillado en el acto.

—Pues cerrando la puerta.

—¿Por qué cierras la puerta?

La voz de Chloe se hizo más fuerte. Se acercó para abrir la puerta, pero Cristián la detuvo.

—¿A dónde vas? Hoy es la primera noche de boda, ¿me quieres dejar tirado? ¡Ni lo sueñes!

—Tú... ¡Ah!

Antes de que pudiera hablar, Chloe fue levantada por Cristián. Esta le dio puñetazos y patadas en resistencia, pero Cristián no se vio afectado. La tiró sobre la cama blanda, luego la miró desde su altura y habló mientras desabotonaba los botones.

—No puedo dejar que la gente se ría de mí, hoy no te irás a ningún lado.

Chloe había tenido relación sexual antes, al ver la actitud de Cristián, sabía lo que iba a hacer, por eso estaba nerviosa.

Ella movió su cuerpo

—Cristián, no seas impulsivo.

No era que fuera demasiado reservada, sino que aún no estaba preparada, después de todo, ambos bebieron demasiado esa vez y no sintieron vergüenza ni nada.

Pero esta vez era diferente, ambos estaban sobrios.

Aunque sentía algo por él, no habían tenido una relación seria.

Cristián se rio.

—No te pongas nerviosa, seré gentil.

—Cristián, dame un poco de tiempo.

Chloe se dio la vuelta para levantarse. Cristián la agarró por el tobillo y puso sus piernas alrededor de su cintura, luego se puso encima de ella.

—Somos matrimonio, ¿qué más tienes que pensar?

—Cris... Mmm...

Las palabras de Chloe se ahogaron en el beso de Cristián.

Fuera, Mauricio le tocó la cabeza a Álex.

—Álex, has sido demasiado bondadoso. Cristián no ha sufrido nada, deberías ponerle las cosas difíciles y hacerle saber lo que es valioso.

Álex miró a Mauricio.

—¿Estás celoso?

Mauricio se quedó sin habla por un momento.

Alzó la ceja.

—¿Por qué debería estar celoso?

—Porque no tienes una esposa.

Mauricio se quedó sin habla de nuevo.

—Mocoso, veo que te atreves a hacerme bromas.

Mauricio hizo un gesto de coger sus orejas. Álex reaccionó rápido y se escapó.

Cuando Cynthia estaba a punto de volver a la habitación con su hija, Lourdes terminó los asuntos de abajo y estaba subiendo. Al ver a Alessia, entrecerró los ojos.

—La pequeña es hermosa como su madre.

Debido a que fue elogiada, Alessia la saludó con una sonrisa.

—Hola, señora.

Cynthia corrigió apresuradamente a su hija. Se puso en cuclillas y le dijo a su hija:

—La señora se llama Lourdes.

Alessia lo entendió.

—¿La llamo Lourdes?

Cynthia asintió.

—Sí.

Alessia volvió la cabeza para mirar a Lourdes.

—Hola, Lourdes.

—Hola, pequeña.

Lourdes sentía que la niña era todo un encanto, la tomó de la mano.

—Alessia, ¿puedes invitarme a tu habitación?

Era mayor. Aunque no necesitaba hacer nada para la boda, se preocupó por mucho. Ahora que acababa de lidiar con el espacio de la boda, estaba cansada y quería descansar, pero en este lugar desconocido, también quería encontrar a alguien para charlar un rato. Todos estaban muy ocupados. Como vio que la niña era linda, quiso quedarse un rato con ella.

Cuanto más viejo se hacía uno, más miedo a la soledad tenía.

—Claro.

Alessia dijo sin dudarlo, llevó a Lourdes a la habitación. Cynthia las siguió. En ese momento Álex y Mauricio se habían ido a algún lugar a divertirse. Alain siguió Cynthia porque quería pasar más tiempo con ella.

Cynthia sirvió agua a Lourdes.

—Hoy te has cansado, ¿verdad?

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