¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 413

Cynthia pensó por un momento.

—¿Si tienes que elegir uno entre niño o niña?

Alain levantó la vista para mirarla.

—Si tengo que elegir, me gustaría que me dieras otra hija.

En cuanto a hijo, tenía suficiente con Álex.

Las hijas eran más consideradas, le gustaba la sensación de que Alessia se le pegaba.

En comparación con las hijas, los hijos eran menos cariñosos con los padres.

Cynthia se relajó, luego encontró una posición cómoda y se acostó en sus brazos.

—Me gustan los hijos, espero que el bebé sea un niño.

Las niñas eran más delicadas, ya fuera en el amor o en la vida, eran más probables de ser lastimadas, pero los hombres eran diferentes.

Alain sabía que tenía ese pensamiento por su propia experiencia de vida, así que abrazó a Cynthia y la besó en la frente.

—Nuestra hija no sufrirá ningún daño.

Cynthia confiaba en él.

El tema se estaba yendo lejos. Cynthia preguntó:

—¿Por qué le has contado el asunto a Andrés?

—¿Eh?

Alain frunció el ceño ligeramente, «¿Qué quiere decir? ¿Qué le he dicho a Andrés?».

—Lo que hizo Elio.

Cynthia dijo.

—¿Se ha enterado?

—¿No se lo dijiste tú…?

Cynthia sintió que era extraño, si Alain se lo dijo a Andrés, no lo negaría.

No mucha gente lo sabía, podría ser Mauricio, Cristián o Arturo.

—No te preocupes por el tema.

Alain le dio palmadas en la espalda.

—Venga, a dormir.

No había por qué preocuparse de que Andrés conociera el asunto, no quería que Andrés lo supiera, pero este asunto no era algo trivial, aunque pudieran ocultarlo por ahora, era imposible ocultarlo siempre.

No quería que Cynthia se rayara por algo así.

—Solo necesitas cuidar de tu salud y darme una hija sana, no tienes que preocuparte por otras cosas, yo me ocuparé de eso.

Cynthia bajó la mirada, «¿Por qué está tan seguro de que va a ser hija?».

Ella se sintió un poco divertida.

—¿Y si es un hijo?

—Imposible.

Alain dijo afirmativamente, luego volvió a decir:

—Si es un hijo, me tendrás que dar una hija más.

Pensó que, si Cynthia podría dar a luz esta vez, definitivamente daría a luz a otro.

Cynthia no supo qué decir.

—Buena chica, no pienses más, duerme.

Alain tomó su cabeza para meterla en sus brazos.

Cynthia levantó la cabeza, lo primero que llamó su atención fue su barbilla firme, su piel clara y su barba, no debería haber descansado bien en estos dos días.

Ella yacía tranquilamente en sus brazos.

Alain no tardó mucho en respirar con regularidad. Cynthia sabía que estaba cansado, así que levantó la cabeza, le besó la barbilla y durmió en sus brazos.

Tal vez las embarazadas les gustaba dormir, en nada se quedó durmiendo en sus brazos.

La noche silenciosa fue excepcionalmente tranquila, como si las emociones del día no habían existido.

A las 5 de la tarde, Alain se despertó con el timbre del celular vibrante, temía que despertara a Cynthia, así que se bajó de la cama con un leve movimiento y cogió su celular para atender la llamada en el balcón.

—¿Qué pasa?

La voz de Henry llegó desde el otro lado:

—Ha salido el resultado del chequeo de Isabel.

«¿Los resultados han salido tan pronto?».

Recordando lo que dijo Henry la última vez, su mandíbula se apretó inconscientemente.

—Dime.

Henry vaciló, todavía tenía el resultado de la prueba en la mano, miró al médico y volvió a preguntar:

—¿Está seguro?

El doctor dijo con firmeza:

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