-Sin duda ninguna, tengo una buena memoria. ¿Cómo me das el dinero? -Daniel sonrió y así escribió.
-Eres tan apasionado con el dinero. Parece que se ha decidido que tú y mamá estarán juntos para siempre -Nicolás, en vez de dar deprisa el dinero a Daniel, parecía que prefería charlar con él.
Leyendo el mensaje recibido, Daniel se quedó sin palabras y pensó, "¿Por qué dice que estoy, igual que su madre, apasionado con el dinero, e incluso, que somos una pareja perfecta? No puede ser. Solo quiero saber cómo me devolverá el dinero."
-Mocoso, ¿es que no tienes dinero para devolver? -Daniel le preguntó en un tono provocativo y pensó, "¡Qué chico tan interesante!"
-Vaya, es inútil hablar así conmigo. Solo quiero saber, ¿por qué te pareces tanto a mí? -Nicolás estaba muy confuso con esto. Además de Daniel, Raúl también se parecía mucho a él.
Daniel se quedó atónito por un rato. Descubrió que este chico tenía una mente despejada y lista. Ahora tenía cada vez más curiosidad sobre quién era el marido de Amelia.
-Entonces, tienes que preguntarle a tu madre sobre esto. Yo tampoco lo sé, ¿qué hace tu padre? -Daniel le preguntó de nuevo.
Sin embargo, la única respuesta fue el silencio. Justo cuando pensó que este mocoso ya se fue a dormir y así intentó desconectarse de Internet, Nicolás le envió otro mensaje.
-No tengo padre -Estas pocas palabras simples y claras hicieron temblar el corazón de Daniel y él pensó, "Durante el silencio, es probable que este chico se sienta triste." No pudo evitar pensar en Amelia, quien era tan terca y siempre quería mantener limpio su cuerpo. ¿No fue por el padre de su hijo? ¿Por qué ella no les dijo a sus niños quién era su padre?
-¿Qué te parece si te doy mis acciones? ¡Ahora valen, de todos modos, cientos miles euros! -Mientras hablaba, le envió una serie de caracteres a Daniel, que eran cosas relacionadas con sus acciones.
De repente, Daniel se quedó intranquilo por darse cuenta de que, siendo un chico tan pequeño, ya conocía las acciones, así que él pensó, "Puedo decir con anticipación que será un experto en el terreno comercial. " Mirando los mensajes en la pantalla, tenía aún más curiosidad sobre quién era su padre, e igualmente, quién hizo que Amelia diera a luz a un hijo tan talentoso.
Sin embargo, justo cuando Daniel quería hacer otra pregunta, descubrió que la foto de perfil de Nicolás ya se había vuelto gris. Luego, llevó mucho tiempo mirando la foto de perfil de Nicolás.
...
A la mañana siguiente, Amelia se sorprendió cuando abrió los ojos y pensó, "Maldita sea, ya son las 7,40. Voy a llegar tarde al trabajo."
Amelia se vistió rápidamente y salió corriendo con su bolso. En este momento, Aura y Nicolás acabaron de levantarse.
-Mamá, ¿no nos llevas a la escuela? -Mientras hablaba, Aura quería correr hacia a Amelia para abrazarla.
-Es que tengo que irme ahora. Paula va a encargarse de esto -Después de decírselo, Amelia salió corriendo de casa.
Nicolás y Aura intercambiaron una mirada y luego miraron hacia el reloj colgado en la pared.
-Vaya, se me ha olvidado que ayer pasé el tiempo con este reloj. Es probable que yo haya adelantado el reloj una hora -dijo Aura de repente. Pensando en Amelia, quien, acabó de salir de casa corriendo a toda prisa, no pudo evitar sentirse un poco preocupada.
Nicolás le echó a Aura una mirada de reproche. Esta chica siempre actuaba de manera tan imprudente, lo cual era completamente igual que su madre.
Después de salir de casa, en vez de tomar un autobús, Amelia tomó directamente un taxi para ir a la compañía. Ella pensó, "No puedo llegar tarde. Daniel me está buscando errores. ¿Cuánto dinero voy a perder si llego tarde al trabajo?"
Después de llegar a la empresa a toda prisa, se sorprendió al descubrir que no había nadie en la compañía, excepto el portero. No pudo evitar sentirse confusa y pensó, "¿Es que hoy es un día de descanso? ¿Por qué nadie me lo dijo?"
En ese momento, sonó su teléfono.
-Disculpe, ¿eres familiar de Javier? -Amelia escuchó una voz fría transmitida por el teléfono.
-¡Sí! -dijo Amelia en voz baja y pensó, "¿Por qué me llama tan temprano por la mañana? ¿Es que papá tiene algún problema?"
-Tu padre ha contraído la apendicitis aguda. Así que él tiene que recibir, cuanto antes, una intervención quirúrgica. Y como está en la prisión, a nadie se le permite visitarlo. Por lo tanto, tienes que pagar 20,000 euros por adelantado como el gasto de medicinas y la operación -dijo la persona del otro lado del teléfono, aún en un tono frío.
Amelia sintió una inquietud en el corazón y ella pensó, "Papá está enfermo, por ello, ¿tendré que pagar 20,000 euros? Pero ahora solo tengo 10,000 euros y, ¿dónde puedo adquirir los otros 10,000 euros?"
-Vale, iré a reunir el dinero y te lo enviaré más tarde -Amelia sostuvo su móvil con fuerza, con su pequeña mano y no pudo evitar temblar. Y pensó, "¿Cómo podría ser así? Él se encontraba muy bien cuando lo vi ayer."
Después de colgar el teléfono, Amelia no sabía qué hacer. Paula ya la había ayudado mucho. Así que no quería pedirle que le prestara más dinero. Además, como su padre estaba enfermo, no podía quedarse más en la prisión. Ella quería salvar a su papá.
En este momento, se le ocurrió de repente a Amelia un nombre, que era Daniel. No pudo evitar pensar en las condiciones que Daniel le había dado. Sonriendo amargamente, ella pensó, "¿Es que tengo que hacerlo si quiero salvar a mi papá?"
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