Desde el punto de vista de Daniel, creía que cada mujer estaba dispuesta a casarse con él. Sin embargo, no había pensado que en realidad habría alguien que quería realizar este objetivo a través de su hijo.
De repente, Amelia se dio cuenta de que no tenía nada en común con Daniel como si proviniera de un mundo diferente de lo suyo.
-Sr. Daniel, no tengo ningún objetivo malo con su hijo. Siento que le falta demasiado amor, así que sólo quiero darle el amor maternal, eso es todo -
El tono de Amelia era indiferente. No obstante, cuando habló de su hijo, su mirada se volvió suave por un rato. Después de todo, Raúl había sufrido mucho estos años, por lo tanto, ella haría todo lo posible para compensarlo en el futuro. Además, pensaba en él cada día durante seis años.
-¿Le falta amor? -Daniel se sorprendió por lo que ella sabía que su hijo carecía de amor. Luego, pensaba que la actitud de su hijo hacia él había cambiado estos años. Cuando era niño, lo esperaba todos los días. Mientras que ahora, lo trataba con indiferencia. Tal vez todos sus deseos infantiles se habían convertido en una ilusión por decepción.
En realidad, su hijo carecía de amor. Nunca se había mimado por el amor de los padres.
Esta fue la primera vez que Daniel se sintió culpable por su hijo. Pensó que su hijo disfrutaba la vida cómoda desde que nació, así que estaría feliz. Actualmente, se había tenido cuenta la tristeza de su hijo antes, pero nunca había prestado atención sobre sus pensamientos.
Daniel miró a Amelia fijamente. Su mirada se volvió cada vez más confundida. Tal vez nunca la había entendido. Ella siempre podía sorprenderlo y mostrarle sus habilidades y su amabilidad poco a poco.
-De ahora en adelante, puedes vivir en mi casa -sorprendentemente, él estaba de acuerdo. Mientras que en el pasado había rechazado a muchas mujeres que quisieran vivir en su villa con la excusa de cuidar de su hijo.
-Lo siento, Sr. Daniel, no me quedaré en su casa -ella negó, porque no quería darle la oportunidad de humillarla en cualquier momento. Asimismo, no era tonta, él tampoco tenía derecho a limitar su libertad.
Daniel originalmente pensó que Amelia lo aceptaría felizmente, pero no ella se negó tan decisivamente sin pensar en absoluto.
Esta era la primera vez que había sido rechazado por una mujer. Incluso, era una mujer a la que había invitado especialmente. Efectivamente, ella siempre podría darle sorpresa.
-Debido a que dijiste que a mi hijo le falta amor, por eso puedes cuidar de mi hijo todos los días cuando vivas en mi casa -dijo repentinamente. Se dio cuenta de que esta mujer se preocupaba mucho por su hijo. Aunque no sabía por qué, este era precisamente la oportunidad de atraparla.
Cuando Daniel mencionó a su hijo, ella fue convencida. Probablemente Raúl había sufrido mucho durante tantos años por su ausencia. Al pensarlo, inmediatamente apareció la imagen de que él estaba esperando el amor.
-Si estoy de acuerdo en ir a tu casa, tienes que prometerme una cosa -dijo Amelia de repente. Luego, recordó el rosario en el colgante de Camelia, lo que fue la última cosa que su madre le había dado, así que tenía que recuperarla.
-¿Qué? -Daniel levantó ligeramente las cejas. Nunca había pensado que negociaría con él.
-¡Dime! -aunque la contestó, no significaba que estaba de acuerdo.
No obstante, Amelia se quedaba contenta por su respuesta, pensó que aceptaría todos sus requisitos.
-¡Quiero rosario en el colgante de Camila! -dijo. Mientras pudiera recuperarlo, estaba dispuesta a hacer todo lo posible.
Sin embargo, no podía decirle a Daniel que el colgante le pertenecía originalmente. Una vez que le dijera la verdad, definitivamente sospecharía la identidad de los dos niños. Estaba preocupada de que él robara a sus hijos.
Al oírlo, Daniel instantáneamente guardó silencio. Pensó, "¿Qué quiere hacer con esa rosario? ¿Cuál es su propósito? Todos saben que la he llevado durante seis años, y su significado es extraordinario. Entonces, la mujer que puede obtenerla representa la persona preciosa para mí. ¿Tal vez es este su objetivo oculto?"
Pero en el momento siguiente, cuando se encontró con los ojos de Amelia, se dio en cuenta de su tristeza. En seguida, estaba muy curioso por lo que le había pasado. Además, en sus ojos existía tanto la esperanza como la tristeza, lo que mostraba que no era una mujer hipócrita. ¿También tenía un pasado dolido? En este momento, él realmente quería saber su vida pasada.
-¿Te gusta mucho este rosario? -Daniel dejó de pensar y preguntó con indiferencia.
-Sí, me gusta mucho -contestó. Porque se la dio su madre. Era un rosario con la que había llevado durante diez años. Era imposible que no le gustara.
-Entonces, ¿cuáles son las características de este rosario? -Daniel sonrió. Ya que le gustaba el rosario, tenía que decirle las características del rosario para probar que la quería.
Amelia estaba aturdida por sus palabras.
Había una letra A en el rosario. Su madre era tan experta en la artesanía que podía hacer muchas cosas. Ese rosario fue hecho personalmente por su madre. Le había dicho que el rosario le traería buena suerte. Sin embargo, Amelia había sufrido mucho, parecía que este rosario no funcionaba mucho. De todos modos, se le regaló su madre, definitivamente la mantenía con cuidado.
-Si te las digo, ¿me la darás? -dijo Amelia de repente. Si le diría todas las características del rosario, ¿podría devolvérsela?
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