Yo no soy débil, Alfa romance Capítulo 3

Narra Ione.

Después de escuchar del Alfa Atlas que algo le sucedió a Amarah, fuimos a su oficina en busca de respuestas y hasta ahora todo lo que sabemos es que ella dejó la fiesta antes de que la mayoría de los invitados se fueran, pero después de eso nadie parece saber a dónde fue.

Ninguno de nosotros durmió mucho ya que estábamos preocupados por nuestra mejor amiga, y esta mañana, antes de dirigirnos a la oficina de Amarah, le pregunté a papá si tenía alguna idea de dónde buscar a continuación. Él me dijo que usara nuestras cámaras de seguridad para ver a dónde había ido después de salir de la fiesta.

Mientras Melia y yo desayunamos, observamos las cámaras de seguridad que tenemos afuera para ver a dónde fue y para nuestra sorpresa ella entró en la casa de la manada, diciéndonos que lo que sea que haya sucedido, sucedió dentro de la casa de la manada.

Sé que nuestras cámaras de seguridad graban imagen y sonido, algo que papá me dijo que resultaba útil si no podías ver la cara de alguien y esperaba que explicara lo que sucedió en la casa de la manada un poco más que simplemente ver las imágenes.

Rhea y Eos entran a la oficina mientras busco las imágenes de dentro de la casa de la manada, y una vez que las encuentro las pongo en la pantalla grande para que todas podamos verlas al mismo tiempo. La vemos entrar por la puerta trasera y nos lleva solo un segundo darse cuenta de que encontró a su Compañero.

En lugar de decir o preguntar algo, observamos la pantalla mientras se desarrolla la cosa más horrorosa que he visto. Creo que preferiría ver una masacre una y otra vez que volver a ver esto y al mirar a mis amigas sé que no soy la única.

Nos ha llevado horas encontrar todas las imágenes de dentro de la casa de la manada y ahora que finalmente hemos encontrado la respuesta a nuestra pregunta, mi loba quiere ir a matar a alguien. Está cerca de la hora de la cena y sé que tengo que informar al Alfa Atlas sobre lo que encontramos, algo que no espero con ansias.

—Alfa, ¿podrías venir a la oficina de Amarah y traer a todos contigo? —le digo a través del enlace mental, y en cuestión de segundos entran todos nuestros padres, los padres de Amarah y su hermano. Le digo a mi papá que seguí su consejo y descubrí lo que sucedió durante la noche de la fiesta.

Melia comienza la transmisión de video y al igual que nosotras, rápidamente se dan cuenta de lo que más pudo haber sucedido, pero Melia detiene la transmisión antes de llegar al punto en que su vida cambió para siempre.

—No sé…. —comienzo, pero no estoy segura de cómo decir lo que quiero decir y Eos es quien me ayuda.

—Alfa Atlas, preferiría pasar veinticuatro horas leyendo nuestra historia que volver a ver esto —dice Eos, y Alastor palidece ya que todos sabemos cuánto odiaba leer la historia cuando íbamos a la escuela.

El Alfa Atlas le dice a Melia que comience la transmisión nuevamente y todos observamos mientras ella camina por el pasillo hacia los suaves sonidos. Eos se acerca a la ventana mientras la transmisión salta a otra cámara en el pasillo y al ver a Amarah abrir lentamente la puerta escucho al Alfa Atlas gruñir, lo cual solo se vuelve más fuerte cuanto más ve.

Nuestras madres tienen lágrimas corriendo por sus mejillas al escuchar las palabras pronunciadas por el macho y Alastor grita:

—¡Voy a matarte, Damien! —antes de mencionar su nombre, y me pregunto cómo supo quién era el macho ya que yo no lo sabía.

Narra Amarah.

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