Carmen Montoya dijo: "Julieta, oí que las condiciones en el set son duras y la comida no es tan buena. ¿Qué te parece si te mando algunos de los mejores chefs para que te cocinen?"
Julieta sonrió y respondió, "Puedo cocinar por mí misma, no es necesario que te molestes."
Carmen añadió: "Estás demasiado ocupada filmando, ¿cómo puedes tener tiempo para cocinar? Si no te gusta la comida occidental, ¿qué tal si te mando algunos chefs de alto nivel? Ellos se encargarán solo de cocinar para ti, no interrumpirán tu descanso ni tu trabajo."
Carmen bloqueó la cámara y ni Xabier Montoya ni Joan podían verse, solo pudieron gritar desde atrás, "¡Muévete un poco! ¡Nosotros también queremos ver!"
Julieta vio a la anciana que ocupaba toda la pantalla, luego observó cómo la ropa de la anciana era agarrada por una pequeña mano. Un rato después, escuchó la voz de Joan: "¡Abuela, devuélveme a mi mamá! ¡Dame a mi mamá!"
"¡Abuela!"
"¡Abuelo, controla a tu esposa!"
"¡Mamá, mamá!"
El viejo: "..."
Carmen ignoró las quejas de las dos personas detrás de ella y continuó: "Por cierto, el clima ha estado muy caliente estos días, hice que alguien te comprara un set de productos para la piel y protectores solares del extranjero. Cuídate mucho. Si necesitas algo, dímelo. Si él te molesta, golpéalo, ¡no me importará!"
Después de que Carmen habló por un largo rato, Joan finalmente recuperó su teléfono y dijo con una voz triste: "Mamá, la abuela no me quería devolver mi teléfono..."
Mientras Joan estaba en la videollamada, corrió al segundo piso, temiendo que Carmen le quitara el celular otra vez.
Joan estaba protegiendo su teléfono de Carmen como si estuviera protegiéndose de un ladrón.
Julieta vio al niño en la pantalla del teléfono y no pudo evitar reír, "Joan, no puedes enfadarte con la abuela, nos vemos a menudo, pero la abuela no me ve tan seguido."
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