¿Tenía buen gusto?
Julieta frunció el ceño, ¿acaso él también era fanático del gran maestro?
Mientras pensaba, Rickon le envió un mensaje: "Julie, ¿te está cortejando un tal Bruno?"
Al ver el mensaje, el corazón de Julieta se aceleró de inmediato.
Recordando a aquellos pretendientes que su hermano había "disuadido", no pudo evitar sentirse nerviosa por Bruno.
Rickon era muy fuerte en una pelea, si Bruno lo hacía enfadar sin querer, seguramente recibiría una buena paliza.
Julieta pensó por un momento y comenzó a responder: "Hermano, Bruno realmente me está cortejando ..."
Antes de que pudiera enviarlo, su teléfono vibró de repente.
Rickon dijo: "He dado mi aprobación."
¿Dado su aprobación?
Ella se quedó perpleja, borró inmediatamente el texto que estaba escribiendo y envió un nuevo mensaje: "Hermano, ¿te sobornó con algo?"
Rickon preguntó: "¿Soborno? ¿Crees que soy ese tipo de persona?"
Julieta se quedó perpleja.
Eso no era propio de su hermano, pero estaba bien, al menos no tenía que preocuparse de que Bruno fuera golpeado.
Julieta inquirió: "¿Cómo te fue en la carrera con el as del volante? ¿Por cuántos segundos perdiste?"
Rickon: "No te lo diré."
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