Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1014

"No lo menciones. Acabo de traerte aquí. Si el Doctor Su dijo que pueden ser curadas, entonces así será". Mientras Gu Lichen conducía, preguntó casualmente: "¿Cuándo te lastimaste las manos?".

"Han pasado casi cuatro años", respondió Ling Yiran.

'Casi 4 años... Debió haber sido cuando ella estaba en prisión'. Entonces, Gu Lichen volvió a preguntar: "¿Sucedió mientras estabas en prisión?".

Ling Yiran guardó silencio y no respondió, pero la expresión de su rostro le dio la respuesta.

"¿Quién lo hizo? ¿Quién te lastimó de esta manera?". Había un rastro de ira en la voz de Gu Lichen. '¿Quién diablos la trató con tanta crueldad?'.

Él sabía que fue encarcelada antes, pero nunca había pensado mucho en lo que ella sufrió allí.

Solo ahora él se dio cuenta de que ella había sufrido tanto dolor.

Ling Yiran dijo a la ligera: "Ya no importa".

"¿Quién fue?", preguntó de nuevo Gu Lichen.

"¿Qué sentido tiene aunque te lo diga? ¿Puedo hacerles sufrir todo el dolor que yo he sufrido?".

"¿Por qué no?". Los ojos de Gu Lichen brillaron con crueldad. Él haría sufrir a cualquiera con los mismos métodos que usaron con ella.

Ling Yiran miró a Gu Lichen con asombro.

Cuando el coche se detuvo en un semáforo, Gu Lichen giró la cabeza y miró a Ling Yiran con seriedad. "Lo digo en serio. Si quieres que la gente que te lastimó sufra de la misma manera que tú, entonces puedo ayudarte. Quienquiera que sea, te defenderé".

El restaurante era un antiguo y famoso restaurante de la Ciudad de Shen. No era un restaurante lujoso, pero su decoración era elegante.

Cuando se sirvió la comida, Ling Yiran vio que Gu Lichen había pedido panqueques, una especialidad de la Ciudad de Shen.

Ella se quedó mirando los panqueques y no pudo evitar pensar en el momento en que tenían hambre en la colina. Él había dicho: "Te llevaré a probar unos panqueques. Los panqueques de la Ciudad de Shen son deliciosos".

En ese entonces, ella vivía en otra ciudad con su abuela, y la Ciudad de Shen no le era familiar.

La voz de Gu Lichen sonó. "¿Qué pasa? ¿Por qué sigues mirando los panqueques? Sus panqueques son buenos. Son deliciosos y una de las especialidades de este restaurante. Ningún otro restaurante puede hacerlos igual. Siempre me han encantado sus panqueques, desde que era un niño".

Ling Yiran murmuró: "Los he probado antes. Sí... saben bien".