Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1031

"Bien". Él se sentía un poco aliviado al ver que ella parecía un poco mejor que antes.

¡Dios sabía cuánto él había deseado tomar su lugar cuando la vio tan débil! Quería verla llena de energía y sonriendo todo el tiempo.

Quería hacer todo lo posible para proteger a su Lianyi.

Sus grandes manos continuaron frotando el estómago de ella con cuidado, con la esperanza de aliviar algo del dolor.

"Por cierto, no quedé embarazada esta vez. Siento haberte preocupado por nada. ¿Estás seguro... que no estás decepcionado?". Qin Lianyi no podía evitar preguntar.

"No estoy decepcionado. No me decepcionará si estás embarazada o no porque sé que algún día tendremos un bebé. Yo solo...". Él hizo una pausa. "Dejé de asustarme cuando supe que no estabas embarazada".

Ella estaba atónita. Ella no esperaba que él usará palabras como 'asustarse'. "¿Te asustaste?".

"Sí, me asusté. Cuando estabas en el baño, me preguntaba qué debería hacer si estuvieras realmente embarazada". Él miró hacia arriba y la miró fijamente. "Si estuvieras embarazada, te convertiría en la Señora Bai de inmediato. Me casaría contigo para que estuvieras en la familia Bai para que ningún rumor pueda lastimarte y puedas cuidar bien del bebé...".

Era lo que él debía hacer y lo que quería hacer, pero..."Pero Lianyi, si yo hiciera eso, entonces estarías involucrada en la guerra de la familia Bai".

Qin Lianyi no lograba comprender del todo.

Bai Tingxin le acarició la cabeza. Mientras le fuera posible, él no quería contarle estas cosas. Sin embargo, no quería que ella lo malinterpretara.

¡Por lo tanto, él no podía perder en la guerra inconclusa de la familia Bai!

"Bai Tingxin...". Qin Lianyi dejó la taza esmaltada en la mesa y miró al hombre que amaba con una expresión seria.

Ella estaba tan envuelta en su vida amorosa que se olvidó de pensar que tal vez cada paso que él daba en la familia Bai era tan peligroso como bailar sobre la hoja de un cuchillo. Él podría caer en cualquier momento y quedar cubierto de sangre.

Sin embargo, él nunca le decía estas cosas. Él simplemente la adoraba, la amaba y hacía todo lo posible por satisfacerla.

"Sé que no puedo ayudarte mucho. No sé nada de negocios y no puedo pensar en ningún plan. Solo soy buena dibujando y siendo una fanática, pero...". La figura de él se reflejaba en sus ojos redondos. "¡No me convertiré en tu carga, y no dejaré que te preocupes por mi culpa!".