Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1035

Al día siguiente, después del trabajo, Qin Lianyi fue a ver a Ling Yiran. Ellas se encontraron en una cafetería y pidieron comida.

"¿Pasó algo entre tú y Yi Jinli ayer? ¿Él te dio algún problema?", le preguntó Qin Lianyi con preocupación.

Ling Yiran vaciló un poco antes de decir: "Él quiere comenzar de nuevo conmigo".

"¿Qué?". Qin Lianyi se sorprendió, abrió los ojos con sorpresa. "¿Comenzar de nuevo? ¿Quieres decir... volver a estar juntos como pareja?".

"Sí", respondió Ling Yiran.

Qin Lianyi apretó los dientes de inmediato. "Yi Jinli... no tiene vergüenza en absoluto. Él fue quien quiso terminar contigo, ¿y ahora quiere que regresen? ¿No es esto una tortura?".

Qin Lianyi era la única en la Ciudad de Shen que se atrevía a llamar desvergonzado a Yi Jinli.

Ling Yiran se divirtió con la expresión de su mejor amiga y se deprimió menos.

"Puede ser una tortura", dijo Ling Yiran.

"¿Dijiste que sí?", preguntó Qin Lianyi.

Ella sacudió su cabeza. "No, no hay forma de que podamos volver a estar juntos".

En ese momento, el mesero les sirvió la comida. Ling Yiran bajó la cabeza y comenzó a comer en silencio.

La expresión de Qin Lianyi había cambiado de indignación a vacilación. "Yiran, ¿has superado a Yi Jinli?".

Ling Yiran se rio de la idea. Una persona se volvería cada vez más valiente cuando perdiera lo suficiente.

¡Era porque no quedaba nada que perder!

"¡Si Yi Jinli te está haciendo pasar un mal rato, haré que Tingxin piense en algunas ideas para que te deje tranquila!", dijo Qin Lianyi. Después de todo, ella no quería ver sufrir a su mejor amiga.

Hablando de Bai Tingxin, como si le recordara algo, Ling Yiran dijo: "Por cierto, ¿puedes pedirle un favor a Bai Tingxin y averiguar si había alguien detrás de los tres matones que llevamos a la estación de policía ayer?".

Qin Lianyi estaba atónita. "¿Sospechas que alguien les pidió intencionalmente a esas tres personas que crearan problemas?".

"Solo es una sospecha", dijo Ling Yiran. Ella sospechaba porque vio a los tres matones sin miedo cuando entraron a la estación de policía. Era como si no estuvieran preocupados por lo que les sucedería después.