Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1059

Hua Lifang trató de parecer más preocupada. "Lichen, deberías ir al hospital y examinarte la mano. ¿Te duele mucho? Me preocupa tu mano".

"¿Alguna vez te has preocupado por Yiran?", preguntó Gu Lichen de repente.

"¿Eh?". Hua Lifang se quedó sin palabras y momentáneamente confundida.

"¿Sabías que una vez Yiran sufrió una herida mucho peor en la mano? ¿Alguna vez te preocupaste por sus manos? Sigues diciendo que están en buenos términos. ¿La visitaste cuando ella estaba en prisión?", preguntó Gu Lichen mientras miraba a la mujer frente a él.

Mientras estaba buscando los registros de la prisión de Ling Yiran, descubrió que durante el encarcelamiento de Yiran, solo su amiga, Qin Lianyi, la visitaba con frecuencia. La abuela de Yiran no pudo ir a la Ciudad de Shen debido a su mala salud. Sin embargo, la había llamado varias veces.

Aparte de eso, a nadie le importó Yiran cuando estuvo en prisión.

Cuando Gu Lichen pensaba en el alejamiento de Ling Yiran de su familia y amigos, sentía una angustia que ni siquiera podía explicar con palabras.

Hua Lifang se sintió incómoda y no pudo responder la pregunta de Gu Lichen.

Justo en ese momento, con la ayuda de Bai Tingxin, Qin Lianyi corrió hacia Gu Lichen y preguntó: "¿Dónde está Yiran? ¿Ella cómo... cómo está? ¡Llamé a su teléfono, pero nadie contesta!".

Gu Lichen dijo con el rostro pálido: "Yi Jinli se la llevó".

El corazón de Qin Lianyi se hundió. '¡Es exactamente... lo que había imaginado! El problema es…'.

"¿Sabes adónde Yi Jinli se llevó a Yiran?".

Qin Lianyi sabía que había hecho una pregunta tonta tan pronto como habló. Efectivamente, Gu Lichen sacudió la cabeza.

'¿Por qué... Jinli se llevó a Yiran?'.

En ese momento, el personal médico de la gala se acercó rápidamente con un botiquín de primeros auxilios.

Un doctor experimentado se quedó sin aliento cuando vio lo distorsionada que estaba la muñeca de Gu Lichen. Inmediatamente se acercó y tocó el hueso de la muñeca de Gu Lichen.

Entonces, dijo: "Joven Amo Gu, tenemos que poner un yeso en su mano. Tiene que ir al hospital para tomar una radiografía y podamos ver qué está pasando. Puede doler un poco al poner el yeso. Por favor, tenga paciencia con nosotros".

Gu Lichen dijo con frialdad: "Hazlo".

El doctor y las enfermeras comenzaron a colocarle un yeso en la muñeca rota en ese mismo momento, pero Gu Lichen no dijo nada. Incluso su expresión permaneció igual. Sus ojos seguían mirando en la dirección donde se fue el coche de Yi Jinli.