Resumo do capítulo Capítulo 1060 do livro Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante de Internet
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"Lichen, ya que Yiran fue llevada por Yi Jinli, no hay necesidad de preocuparse. Ellos fueron una pareja, después de todo. Incluso si se separaron, ellos parecen...".
¡Hua Lifang se detuvo cuando se dio cuenta de que Gu Lichen ni siquiera la estaba escuchando! ¡Era como si ella fuera invisible para él y todo en lo que él podía pensar era en Ling Yiran!
Hua Lifang apretó los dientes. '¿Qué tiene de bueno Ling Yiran?'.
'¿Por qué todos se pelean por Ling Yiran?’.
'¡No dejaré que Ling Yiran me quite mi felicidad!'.
***
Cuando Ling Yiran bajó del coche, se dio cuenta que el lugar no le resultaba familiar.
Un bosque de bambú rodeaba la gran casa de estilo oriental, y la casa parecía como si hubiera estado allí durante años.
El bosque de bambú parecía antiguo, dando la sensación de que estaban perdidos en el tiempo.
"Yi Jinli, ¿para qué me trajiste aquí?". Ling Yiran de repente sentía pánico.
"¿Para qué? Para encerrarte, por supuesto", dijo, tirando de ella mientras entraba a la casa.
Había algo antiguo en el diseño de la casa. Aunque algunas de las habitaciones fueron renovadas, el lugar aún conservaba su encanto. También había pabellones, puentes, estanques y flores de loto, ¡que eran extrañas de ver en esa época del año!
Si fuera una ocasión normal, a Ling Yiran le gustaría ese lugar.
Sin embargo, se veía obligada a caminar hacia adelante mientras se tambaleaba. No importaba lo hermoso que se vea el lugar, ella solo sentía miedo.
Ella se atragantó. "De cualquier manera, no tienes derecho a traerme aquí. ¡Quiero regresar!".
"No puedes regresar", dijo con indiferencia. La llevó a una habitación grande. Las luces de la habitación estaban apagadas y el interior estaba oscuro.
Ling Yiran sintió como si la hubieran arrojado a una cama. Ella trató de levantarse, pero al momento siguiente, él estaba encima de ella.
"Yiran, no puedes regresar. Ya que te traje aquí, no voy a dejarte ir". Su aliento cubrió su rostro y su voz suave hizo que se le erizase la piel.
"¿Qué quieres decir? ¿Qué quieres decir con que no me vas a dejar ir?", preguntó sorprendida.
"¿Qué pasa? ¿No me he hecho entender lo suficiente?", murmuró Yi Jinli mientras sus labios se apretaban contra el lóbulo de su oreja. "Quiero que te quedes aquí hasta que te vuelvas a enamorar de mí".
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