Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1061

Ella tembló. '¿Él... realmente va a retenerme aquí hasta que... me enamore de él otra vez?'.

"¿Te has vuelto loco? ¡Simplemente me estás reteniendo aquí en contra de mi voluntad!", exclamó Ling Yiran como si fuera la única forma de aliviar el miedo en su corazón.

"¿Me he vuelto loco?", murmuró él. Su beso frío recorrió los lóbulos de sus orejas y se quedó en sus mejillas y entre sus cejas. "Quizá lo sea".

Él probablemente se había vuelto loco cuando se enamoró de ella y dejó que ella controlara su alegría y sus penas.

"Me hiciste darme cuenta de que los celos pueden ser tan intensos que me gustaría destruir el mundo...", continuó murmurando.

Su voz gentil creó una atmósfera ambigua en la habitación en penumbra.

Ling Yiran no podía alejar a Yi Jinli. Sus besos seguían cayendo sobre su rostro, y sus dedos intentaban arrancarle el vestido del cuerpo.

"¡No!", gritó ella.

"No me gusta que uses ropa dada por otros hombres", dijo él con frialdad. Especialmente cuando el vestido que llevaba estaba destinado para quien Gu Lichen... 'más extrañaba'.

Gu Lichen ni siquiera sabía que Yiran era la chica que le salvó la vida cuando era niño, ¡pero él le dio el vestido de todos modos!

'¿Qué significa esto? ¿Ellos están destinados a estar juntos?'.

'Ellos todavía se sienten atraídos el uno por el otro incluso si no tienen idea de la verdad. Han estado separados por muchos años, pero... ¿están destinados a terminar juntos a pesar de todo?'.

'¿Qué soy yo entonces? ¡Yo me enamoré de Ling Yiran primero!'.

"Dijiste que ya no me amabas, ¿verdad?". Él le arrancó el vestido y pasó los dedos por el lugar donde estaba su corazón.

"¿Me quieres?". Su voz volvió a sonar en los oídos de ella.

Su vista era casi nula en la habitación oscura, por lo que su oído se volvió más agudo.

La voz del hombre era seductora, como si la estuviera seduciendo deliberadamente, atrayéndola a todo lo que él había preparado cuidadosamente.

Su cuerpo parecía estar bajo su control y ella no podía evitar sentirse atraída a él.

Sin embargo, todavía estaba sobria.

Entonces, escuchó su propia voz diciendo: "¡Yi Jinli, no te quiero!".

El aire parecía caer en un silencio sepulcral casi al instante.