Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 107

Leia a história de Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante Capítulo 107 mais popular de 2020.

A história de Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante está atualmente postada em Capítulo 107 e recebeu críticas muito positivas de leitores, a maioria dos quais leram ou estão lendo. Esta é uma história muito apreciada! Sou até mesmo fã de Internet, por isso estou ansioso por Capítulo 107. Espere para sempre. @@ Leia Capítulo 107 Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante do autor Internet aqui.

De repente, sintió una punzada de dolor en su corazón. Ella claramente había estado bien cuando se fue esta mañana, pero ahora… la habían transformado a este lastimero estado. Si él hubiera venido con ella temprano en el día, ella no se hubiera encontrado con algo como esto.

Cuando quería acercarse a ella, su cuerpo tembló aún más, y la mano que estaba usando para sostener el pedazo de espejo se apretó. De pronto, la sangre en sus manos aumentó aún más.

“Hermana, soy yo. Relaja tu mano rápido. Ya estás a salvo. Ya nadie te va a hacer nada más,” dijo Yi Jinli con ansiedad.

En el pasado, él nunca le había temido a la sangre. Aún si alguien hubiese goteado sangre frente a él, él no se hubiera sentido conmovido para nada.

Sin embargo, en ese momento, tenía miedo de la sangre de ella. Temía que sus heridas empeoraran y que ella siguiera sangrando.

Este tipo de miedo hizo que su cuerpo temblara.

Ling Yiran sintió como si su cuerpo hubiera perdido toda sensación y control. Solo podía sentir el calor y el ligero dolor.

Solo cuando estaba adolorida podía protegerse y evitar quedarse dormida.

“No puedo dormir aquí, ¡no puedo en lo absoluto!”

Aislada e indefensa, alguna vez había pensado que una vez que fuera liberada de prisión, estaría a cargo de su propia vida. Pero, nada había cambiado. Una vez algo ya había sucedido, ¡nadie podía ayudarla! Ella solo podía soportar este dolor por su cuenta…

“Hermana… Hermana…”

Una voz sonó en sus oídos. “¿Quién es? ¿Quién me llama?”

Hizo su mayor esfuerzo para abrir los ojos, tratando de ver quién la estaba llamando.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante