Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1085

El pequeño gritó emocionado.

Zhuo Qianyun miró la escena frente a ella. ¡Ella sabía que su hijo estaba realmente feliz! Lil Yan era tímido y ni siquiera hablaba con las personas que lo rodeaban la mayor parte del tiempo. Él era más enérgico cuando estaba con personas cercanas a él.

Sin embargo, ¡rara vez estaba tan emocionado como ahora!

Aunque Ye Wenming... estaba vestido con un traje impecable y tenía una expresión seria en su rostro, había un toque de dulzura en sus ojos.

Él respondía a la emoción de Lil Yan e iba hacia la izquierda o hacia la derecha según las instrucciones del pequeño.

¿Cómo podría alguien haber adivinado que el presidente del Grupo Ye, quien generalmente era conocido por ser realmente serio, también tendría un lado dulce?

La nariz de Zhuo Qianyun de repente se sentía un poco adolorida. '¿Es esta la naturaleza de un padre y un hijo? A pesar de que se acaban de conocer y aunque Ye Wenming no formó parte de la vida de Lil Yan durante los últimos cuatro años, Lil Yan no parece verlo como un extraño y lo acepta fácilmente'.

¿Era esta la naturaleza de los lazos de sangre?

Después de un largo rato, Zhuo Qianyun finalmente dijo: "Muy bien, Lil Yan, nos vamos a casa. ¡La abuela todavía nos está esperando!".

El pequeño se resistía a bajarse de los hombros de Ye Wenming.

Cuando Ye Wenming le devolvió el pequeño a Zhuo Qianyun, la gentileza en su rostro se convirtió en indiferencia.

Zhuo Qianyun sonrió con ironía. Todo lo que le había dejado a ella era indiferencia, pero no importaba ya que sus sentimientos por él también se habían acabado. Sería genial para él dejar un poco de su gentileza a Lil Yan.

Zhuo Qianyun llevó a su hijo al vecindario.

Afortunadamente, Lil Yan no hizo más preguntas.

De vuelta en su casa, Zhuo Qianyun le entregó a Lil Yan a su madre, empacó las cosas necesarias para su puesto y se fue con su carrito de venta de comida.

Su delgado cuerpo puso en marcha la motocicleta y el carro de tres ruedas traqueteó, su contenido se balanceaba de un lado a otro en el carrito.

No se dio cuenta de que, no muy lejos, Ye Wenming estaba en el coche que aún no había salido. Él la miraba a través de la ventana del coche...

***

Ling Yiran no podía dormir por la noche. Tal vez era debido a las Salpicaduras de Sangre de las que Yi Jinli habló durante el día, gracias a eso ella no podía evitar pensar en el antepasado de la familia Yi y la mujer que una vez fue encerrada aquí.