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Ling Yiran terminó esperando a Yi Jinli en su habitación.
Incluso si no quería esperar, no había ningún lugar al que ella pudiera ir. Después de todo, ella solo podía moverse dentro de los confines de la mansión. No podría escapar incluso si quisiera.
En ese caso, lo mejor era no preocuparse por eso.
La habitación de Yi Jinli era aproximadamente del mismo tamaño que la de ella, y los muebles eran de un estilo chino antiguo. La diferencia era que su habitación tenía una pared cubierta con gruesas cortinas.
'¿Podría esta pared... tener sangre residual como Salpicaduras de Sangre?'.
A Ling Yiran le pareció un poco espeluznante pensar en esto. Ella se acercó a la pared, miró las cortinas y se preguntó qué había en la pared detrás de ellas. Quizás... ¿las cortinas eran solo para decoración?
En ese momento, la puerta del baño se abrió y Yi Jinli salió después de tomar una ducha.
Él solo se había envuelto una toalla alrededor de la cintura, mostrando la parte superior de su cuerpo delgado pero firme. Sus ojos negros la miraban directamente. Inmediatamente, ella se sentía como un animalito atrapado en una trampa.
Él caminó paso a paso hacia ella, y ella inconscientemente retrocedió. De repente, su pie se tropezó con algo y cayó hacia atrás.
"¡Ah!". Un grito de sorpresa escapó de su boca. Su mano casi instintivamente agarró un lado de las cortinas, tirando de ellas...
Las cortinas se corrieron inmediatamente y, al mismo tiempo, un brazo se envolvió alrededor de su cuerpo que caía.
Sus ojos se encontraron de inmediato con el hermoso rostro de Yi Jinli.
"Gracias". Después de un momento, ella se estabilizó torpemente. Ella se volvió, tratando de evitar su mirada.
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