Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1104

Al final del día, su corazón todavía estaba enamorado de ella.

"Yiran, espero que puedas amarme a mí y solo a mí. Te amaré más que a nadie...", dijo Yi Jinli mientras la somnolencia se apoderaba de él gradualmente.

Sostener su mano así lo hacía sentir seguro y satisfecho.

Después de mucho tiempo, Ling Yiran giró lentamente la cabeza y miró a Yi Jinli, quien se había quedado dormido en el suelo.

***

Ling Yiran no tenía idea de cuándo se quedó dormida. Todo lo que recordaba era que ella parecía estar mirando el rostro de Yi Jinli y mientras lo miraba… ¿ella también se quedó dormida?

Era bueno que Yi Jinli no estuviera en la habitación en ese momento, pues eso le ahorró un poco de vergüenza.

Ling Yiran se levantó de la cama y se fue a lavar. Salió de la habitación y bajó las escaleras, solo para encontrar a Yi Jinli en la cocina preparando el desayuno.

"Estás despierta. El desayuno estará listo en un minuto", dijo Yi Jinli.

Ella lo miró mientras él se ocupaba en la cocina. Durante sus pocos días aquí, él cocinaba todo a excepción de cuando él se enfermó, que fue cuando ella preparó la comida.

Sin embargo, ella nunca lo había visto preparando la comida y era algo interesante de ver.

Efectivamente, como él había dicho, el desayuno estuvo listo en un minuto.

Papilla blanca, bollos al vapor, algunos platos y hojas de tofu secas: era un desayuno muy al estilo chino.

Al mirar el desayuno frente a ella, Ling Yiran supuso que pocas personas en la Ciudad de Shen habían comido el desayuno preparado por Yi Jinli.

"¿Tú... dormiste bien después de que me quedé dormido ayer?". Ella no pudo evitar preguntar mientras se comía la papilla blanca.

"Esa es mi frase. Probablemente me fui a dormir antes que tú ayer", respondió él.

Efectivamente, después de que ella dijo eso, el brillo encantador en sus ojos pareció hacerse más fuerte.

Inquieta, ella continuó comiendo su papilla. Una vez que terminó la papilla en su tazón, ella dijo: "¿No tienes que ir a trabajar?".

¡Después de todo, él era el presidente del Grupo Yi! ¿Era una buena idea que él se quedara aquí con ella durante tantos días? Ella no parecía haberlo visto salir de la mansión en ningún momento.

Él dijo: "Yo también puedo manejar la compañía desde aquí. Si digo que me quedaré aquí hasta que te enamores de mí, lo haré".

Ella se mordió el labio levemente. "Mantenerme aquí no hará ninguna diferencia".

"Hay una diferencia. Al menos, no me estás rechazando tanto como lo hiciste al principio, ¿verdad?", dijo él.

Ella se quedó sorprendida.