Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 115

Resumo de Capítulo 115: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante

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“La gente no puede evitar querer protegerla a toda costa.

“Muchas personas me llaman cruel y de sangre fría, y sin embargo, nunca esperarían que yo quiero protegerla.”

“Está bien. Lo que temías que fuera a suceder anoche no pasó. Cuando me apresuré hacia allá, fue justo a tiempo”, dijo Yi Jinli.

“Es realmente él… ¡quién me salvó!”.

Ling Yiran alzó su cabeza y miró confundida al rostro que estaba a centímetros de ella. “¿Pero por qué fuiste allá a salvarme?”. Ella pensó para sí, “¡Él ni siquiera fue conmigo ayer al pueblo!”.

“Hermana, ¿te olvidaste? Tú me llamaste y yo te rescaté”, contestó él con una leve sonrisa. “Por suerte, llegué a tiempo”.

“Luego de solo una llamada, ¡¿él fue capaz de viajar más de cien kilómetros justo a tiempo para salvarme?!”

Ling Yiran sintió una sacudida indescriptible fluir por su corazón.

Él habló mientras la cargaba hacia la cama y cuidadosamente la arropó bajo las sábanas. “La mano de Hermana fue cortada por el pedazo de espejo. Probablemente va a tomar algunos días para que se cure. Si queda cicatriz, encontraré a los mejores doctores para quitarla para ti”.

Fue en ese momento que Ling Yiran notó que su mano derecha estaba vendada con una capa de gaza. Había estado tan distraída por todas las sorpresivas revelaciones que no se había percatado de que tenía un leve dolor en su mano derecha.

“¿Qué tanto recuerdas de anoche, Hermana?”, preguntó Yi Jinli con una expresión seria.

Ling Yiran se mordió el labio suavemente y no trató de esconder los eventos que habían sucedido la noche anterior durante la cena de Año Nuevo, transmitiendo todo a Yi Jinli sin reservas.

La expresión de Yi Jinli se oscureció. “Sus familiares son verdaderamente… ¡la vendieron a un tonto! ¡De verdad que tienen agallas!”.

Él había movilizado sus fuerzas, y miembros de la familia Feng y los familiares de Yiran seguían tras las rejas en la estación de policía del pequeño pueblo. Había sido fácil para el Viejo Amo investigar el asunto debido al rastro de documentos que quedó.

“¿Cuál es tu relación actual con esta mujer?”. El tono de voz del Viejo Amo se había vuelto frío.

“Ella es alguien que estoy protegiendo”, respondió con pereza Yi Jinli, “no deberías tocarla”.

“¡No olvides cómo murió tu padre!” De pronto el Viejo Amo alzó la voz. “¿Quieres seguir los pasos de tu padre?”.

La expresión de Yi Jinli se oscureció instantáneamente. “¡El pasado de Papá siempre ha sido un tabú para mí!”.

“No lo olvidé”, respondió con frialdad Yi Jinli. “Abuelo, no soy como Padre. Yo nunca arriesgaría todo por una mujer, ¡así que no tienes que preocuparte tanto!”.

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