Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1184

Aunque este Bumblebee no era el que le había comprado su abuela, mirar el mismo modelo le recordaba a esa época y los momentos que había pasado con ella.

¡La abuela ocupaba un lugar muy especial en su corazón!

Al mirar la sonrisa de Ling Yiran, la amarga sensación en el corazón de Gu Lichen se hizo más fuerte. 'Ella y Guo Xinli... No, probablemente no tenga ningún sentimiento por el hombre. Solo son antiguos colegas’.

‘Pero, ¿por qué... no puedo evitar pensarlo demasiado? ¡Es como si tuviera miedo de que él ocupara un lugar importante en su corazón!’.

Fuera de la sala, Hua Lifang miraba furtivamente la escena en el interior, una mirada calculadora comenzó a brillar en sus ojos.

***

Ling Yiran dejó la sala de Gu Lichen y fue a la sala de Lil Yan. Guo Xinli también estaba en la sala allí, jugando con el niño.

Al pequeño le gustaron estos juguetes de Transformers. Seguía jugando con ellos.

"Por cierto, ¿cuándo será dado de alta a Lil Yan del hospital?", le preguntó Ling Yiran a Zhuo Qianyun, que estaba cerca.

"Pasado mañana. Saldremos al mediodía si nada sale mal", dijo Zhuo Qianyun.

"También vendré a recoger a Lil Yan del hospital al mediodía pasado mañana", dijo Ling Yiran.

"Pero ese día es un día de trabajo. No es muy conveniente para ti", dijo Zhuo Qianyun.

"Nuestro bufete tiene un descanso para el almuerzo de dos horas al mediodía. Tomaré el autobús. ¡Es conveniente! Podré ayudar en caso de que no haya personal", dijo Ling Yiran.

Ling Yiran deseó sinceramente: "¡Espero que la cita a ciegas sea un éxito!".

La tristeza cruzó por los ojos de Guo Xinli al escuchar esto. Esa pregunta era su última prueba, por así decirlo. Si ella hubiera dudado un poco, él volvería a luchar por conquistarla.

Sin embargo, ella solo le deseó buena suerte sin dudarlo.

"Sí, esperemos que mi cita a ciegas sea un éxito", dijo Guo Xinli también con una sonrisa. Se dijo a sí mismo que debería intentar dejar ir sus sentimientos por ella.

Incluso si no podían ser amantes, ¡él esperaba que pudieran ser amigos!

El coche llegó a la puerta del vecindario de Ling Yiran, ella se bajó y entró al edificio.