Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1185

Al mirar su figura, Guo Xinli de repente se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del coche. Rápidamente la alcanzó. "¡Yiran! ¡Yo… yo te deseo felicidad!".

Él se sonrojó un poco al decir esto. Era como si solo decir esto le hubiera tomado un gran valor. "Aunque... no sea yo quien te de la felicidad, todavía espero que la mujer que me gusta pueda ser feliz".

Ling Yiran miró fijamente a la persona frente a ella con un cálido sentimiento en su corazón.

"Gracias. Tú... eres un buen hombre". Ella siempre había encontrado su sencillez, calidez y amabilidad hacia los demás valioso.

'Un buen hombre...'. Guo Xinli suspiró en su corazón. Él era un buen hombre, pero no era un hombre al que ella amaría.

"Yo...". Él hizo una pausa, y su rostro se tornó más rojo, como si estuviera dudando y luchando por decir algo más.

"¿Qué pasa? Si hay algo más, puedes solo decirlo", dijo Ling Yiran.

"¿Puedo... puedo abrazarte? Solo un poco. Piensa en ello como decirle adiós a mis sentimientos del pasado...". Él sonrió con ironía y dijo: "Iba a decir eso, pero creo que es demasiado que yo te haga una petición así cuando nunca me has querido, y siempre he sido exaltado y te he causado problemas...".

Antes de que pudiera terminar de hablar, Ling Yiran dio un paso adelante y tomó la iniciativa de abrazar a Guo Xinli.

Guo Xinli se congeló y se sonrojó como si fuera un camarón cocido.

"Guo Xinli, eres un buen hombre. Creo que es mi pérdida el no haberme enamorado de ti. ¡Encontrarás a alguien que corresponda a tus sentimientos! Así como esperas que pueda ser feliz, ¡espero que tú puedas ser feliz también!".

Guo Xinli bajó la cabeza y miró a la mujer que lo abrazaba. Era la primera vez que la mujer que amaba tomaba la iniciativa de abrazarlo solo para cumplir su deseo y no dejar que se arrepintiera.

Aunque Yiran parecía fría e indiferente a veces, él sabía que ella era una persona amable. De lo contrario, no se habría enamorado de ella.

"¡Dámelas!". La voz de Gu Lichen se tornó más fría.

Hua Lifang solo podía darle las fotos a Gu Lichen. Gu Lichen miró las fotos en sus manos. Aunque eran fotos, se habían tomado de forma continua. Era claro que Yiran había tomado la iniciativa de abrazar a Guo Xinli.

'Yiran... ¡no mostró ninguna distancia!’.

'¿Es cierto que ella y Guo Xinli son solamente antiguos colegas? Finalmente sentí que nos habíamos acercado, pero ¿estamos realmente más distanciados?'.

Sus ojos miraban las fotos, y su rostro mostraba una extraña mirada de solemnidad y... ¡celos!

"Lichen, alguien entró en la sala... con estas fotos y dijo que quería que las vieras por ti mismo. No sé quién era. Quería hacer más preguntas, pero él se fue de inmediato. Tenía miedo que fuera algo malo, así que lo abrí para revisarlas. Inesperadamente...". La voz de Hua Lifang sonaba en los oídos de Gu Lichen.