Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1278

A pesar de que Zhuo Qianyun había escuchado al guardaespaldas llamar a Yi Jinli para informarle sobre el incidente y sabía que con la habilidad de Yi Jinli, él traería a Yiran de regreso a salvo, aún tenía que escucharlo de Ling Yiran antes de poder sentirse tranquila.

"Estoy bien, Hermana Zhuo. No te preocupes", dijo Ling Yiran.

"Eso es bueno". Zhuo Qianyun respiró aliviada.

"Por cierto, ¿cómo está Lil Yan? Iré a visitarlo la próxima vez que esté libre", dijo Ling Yiran. Había pasado mucho tiempo desde que visitó al pequeño.

Zhuo Qianyun vaciló por un momento antes de decir: "Lil Yan está bien. Él también te extraña. Muy bien, tengo que volver al trabajo. Tengo clientes aquí. Hablaré contigo pronto".

Zhuo Qianyun terminó rápidamente la llamada telefónica y guardó su teléfono. Sin embargo, no había nuevos clientes en su puesto de comida.

Ella sonrió irónicamente mientras bajaba la cabeza. Simplemente no sabía cómo decírselo a Yiran. Habían pasado muchas cosas durante esos días. Ahora su amiga estaba embarazada y no quería que se preocupara por ella.

Solo que, incluso después de varios días desde que Lil Yan fue dado de alta del hospital, seguía teniendo algunos moretones y heridas menores en su cuerpo. La maestra de jardín de niños también dijo que el pequeño a menudo tenía conflictos con otros niños durante las clases.

En cuanto al motivo, la maestra solo mencionó discretamente que tenía algo que ver con algo de su pasado. Zhuo Qianyun entendió de inmediato a qué se refería cuando escuchó esto.

Encarcelamiento. Tenía que ver con su encarcelamiento. Esa experiencia era como una mancha marcada en ella para siempre, lo que también hacía sufrir a Lil Yan.

'Solo quiero que mi hijo crezca seguro, pero ¿por qué algo tan normal para todas las madres es tan difícil para mí?'.

'Además, ¿realmente puedo ganar el caso de la custodia?'.

Los ojos de Zhuo Qianyun se oscurecieron.

"Lo sé. ¡No dejaré que él termine como su padre!", dijo Ling Yiran con gran certeza.

Con eso, se dio la vuelta y caminó en dirección al salón de luto.

Cuando entró en el salón de luto, vio a Yi Jinli de pie frente a la lápida conmemorativa de su padre como lo había hecho la última vez, tan quieto como una estatua.

La luz amarilla se proyectaba sobre él, haciéndolo parecer solitario y frío.

"¡Jin!". Ella no pudo evitar llamarlo. De alguna manera, le dolía el corazón cada vez que lo veía parado así.

Él se dio la vuelta lentamente y sus ojos oscuros la miraron. De repente, caminó rápidamente hacia ella, la rodeó con sus brazos y se inclinó hacia adelante. Él apoyó la cabeza en su hombro, como un hombre exhausto que finalmente había encontrado un lugar para descansar.