Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 130

Fue porque... siempre había sido un juego solamente, un juego entre ricos y pobres.

¿Acaso iba a decirle su verdadera identidad y anunciaría el final de este juego cuando fuera dada de alta del hospital?

Sin embargo, su calma hizo que el miedo en el corazón de Yi Jinli fuera más intenso. Claramente estaba parada frente a él, pero sintió que los dos estaban tan separados.

"¿Eres Yi Jinli?" Ella le preguntó por segunda vez. Todavía estaba tan tranquila, como si simplemente buscara una respuesta.

Los finos labios de él estaban apretados. Los profundos ojos amorosos de él se encontraron con los claros ojos almendrados de ella. Después de un largo rato, finalmente abrió la boca y pronunció una palabra, "Sí".

El corazón de Ling Yiran se llenó de amargura. En efecto, este hombre era realmente Yi Jinli. De hecho, había estado bastante segura antes, pero... no se había rendido. Ella todavía quería escucharlo decirlo en persona.

"Está bien, lo entiendo." Ella bajó suavemente los ojos, se inclinó para levantar el teléfono caído, luego se dio la vuelta y jaló de la puerta de vidrio para irse.

De repente, una mano la agarró del brazo. Su otra mano presionó contra la puerta de vidrio, atrapándola entre él y ella.

"¿Qué sabes?" Él preguntó mientras bajaba la cabeza para mirarla.

"Sé que usted es Yi Jinli, y sé que esto solo es un juego", dijo Ling Yiran con calma, "Sr. Yi, no se preocupe, sé lo que debo hacer. Si esta es su venganza, entonces yo pienso que... en los últimos días, se habría dado cuenta de que todo lo que tengo que perder, ya se ha perdido. No queda nada de lo que puedas vengarte".

Él no pudo evitar entrecerrar los ojos. Venganza... ¿Esta mujer pensó que él se estaba vengando? ¿Tomando venganza por Hao Meiyu?

Hao Meiyu no era lo suficientemente digna para que hiciera estas cosas.

"Sr. Yi, no creo que sea necesario continuar con este juego. No creo que sea necesario que continúe en el hospital".

Jin... Esa forma de dirigirse a él era como un insulto. Le recordó lo poco que ella tenía.

Había pensado que de ahora en adelante podría tener un hermano menor que la acompañara. Sin embargo, ¡no sabía que la persona que la acompañaba era la única persona a la que debía evitar!

Un juego, eh... Yi Jinli miró a la mujer frente a él. A pesar de que de hecho había comenzado como un juego para él, después de un tiempo, había dejado de serlo.

"Si realmente crees que esto es un juego, entonces depende de mí decidir cuándo termina". Él cerró los ojos, sus mejillas tocaron ligeramente las de ella, su piel se frotó suavemente contra la de ella como si fueran inagotablemente íntimas.

El cuerpo de Ling Yiran aún estaba rígido. El aura de él era tan cálida, pero ella se sentía muy fría.