Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1553

Ver su mirada hizo que Ling Yiran sintiera una punzada en el corazón. '¿Acaso ha entendido algo mal?'.

"¿Por qué tener cautiva a Yiran si no la amas?". Gu Lichen se enfrentó a Yi Jinli. "¿O estás tratando de negar haber dicho que no la amabas?".

Yi Jinli apretó sus delgados labios con fuerza mientras miraba a Gu Lichen.

Los dos hombres se estaban enfrentando.

Ling Yiran trató de zafar su brazo de la mano de Gu Lichen, pero los dedos del hombre estaban tan apretados alrededor de ella que no podía hacerlo.

Yi Qianjin, quien estaba de pie junto a Ling Yiran, estaba claramente asustada. Su pequeña mano sostenía con fuerza la otra mano de Ling Yiran mientras su pequeño rostro se tornaba pálido.

De repente, los delgados labios de Yi Jinli se curvaron mientras se burlaba: "¿Y qué si dije eso?".

Mientras hablaba, se acercó a Gu Lichen, agarró su brazo y dijo: "Incluso si no la amo, Ling Yiran sigue siendo mi esposa. ¡No puede ir a ningún lado mientras no se lo permita!".

"¡Ni siquiera tú puedes detenerla si ella quiere irse!", dijo Gu Lichen. Era porque él haría cualquier cosa para ayudarla a escapar.

Ella estaba en su corazón. Lo aceptaba si Jinli podía darle felicidad. Sin embargo, no quería perder una oportunidad con Yiran nuevamente si Jinli ya no la amaba.

"¡Bueno, entonces veamos si puedo detenerla o no!". Yi Jinli dijo con frialdad. Luego, le dijo al subordinado detrás de él: "¡Llévate a la joven señorita lejos!".

Su subordinado asintió y se acercó para llevarse a Yi Qianjin.

Ling Yiran dijo con gran certeza: "No, no lo dejaré. Nunca me iré, a menos que me pida que me vaya algún día".

"Tú...". Gu Lichen se quedó atónito. "¿Tanto lo amas? ¿Cómo soy peor que él? Él no tiene que amarte, pero yo no puedo hacerlo. Te conocí primero... y... te busqué durante años...".

Ling Yiran guardó silencio. Las relaciones no se basaban en quién llegó primero.

Gu Lichen era persistente con ella y ella creía que él era sincero. Sin embargo, su corazón no tenía lugar para él.

Su silencio hizo que las cejas de Yi Jinli se fruncieran ligeramente.