Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1581

Sin embargo, su descuido de aquel año provocó que nunca más pudiese estar con Lianyi. Ni siquiera... tenía derecho a estar cerca de ella.

Bai Tingxin miro hacia abajo, ocultando el brillo en sus ojos. "Si realmente quieres una boda, es posible. Una vez que establezca mi negocio en la Ciudad de Shen, iré con tu familia a discutir los asuntos sobre nuestra boda".

"¿En serio?". Gao Manlin parecía encantada. No esperaba que Bai Tingxin accediera tan fácil.

"Como ya te lo he dicho, ¿crees que podría estar mintiendo?", preguntó Bai Tingxin a la ligera. Mientras miraba a Gao Manlin, su mirada de repente se volvió aguda. "Pero no puedes tocar a Lianyi. ¡Te hundiré conmigo si te atreves a tocarla!".

Gao Manlin se congeló. ¡El brillo en los ojos del hombre era aterrador! A pesar de que había accedido a casarse con ella, todavía no sentía nada cuando la miraba.

'¡Me rehuso a creerlo! ¡Tarde o temprano, haré que Bai Tingxin se enamore de mí! ¡Qin Lianyi no es nadie! ¡Probablemente será vieja y fea en unos cuantos años!’.

'¿Quién es Qin Lianyi para competir por un hombre conmigo? Qin Lianyi tuvo suerte de conocer a Tingxin primero. Si yo hubiera conocido a Tingxin primero, ¡entonces sería yo a quien Tingxin tendría en su corazón ahora!'.

Gao Manlin respiró profundamente y sonrió despacio. Había un brillo de certeza en sus ojos. "Está bien, no la tocaré, ¡pero me convertiré en la Señora Bai!".

***

Ling Yiran se veía elegante e impecable con el vestido negro de edición limitada. Llevaba tacones a juego, maquillaje delicado y un collar de rubíes que colgaba de su cuello.

Cuando Ling Yiran se miró en el espejo y vio el collar de rubíes que llevaba alrededor del cuello, recordó haberle dicho que el rubí era su piedra de nacimiento ya que ella nació en julio.

¿Fue por eso que él compró un collar de rubíes cuando aún no lo necesitaba?

Ling Yiran tomó el brazo de Yi Jinli, sintiendo las miradas a su alrededor.

Las comisuras de sus labios se levantaron un poco. Ella no estaba asustada y gentilmente permitió que otros la miraran. Algunas de estas personas esperaban que la Señora Yi fuera indecorosa o actuara como una nueva rica.

¡Sin embargo, lo que vieron fue una mujer educada, elegante, generosa y segura de sí misma!