Resumo de Capítulo 1599 – Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante por Internet
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"¡Mantén a tu hija bajo control! ¿Qué quiere decir con la herencia de su madre? Acordamos que todo en la familia se lo quedaría el Pequeño Tian. El Pequeño Tian es de tu propia carne y huesos. Tu hija pasará a vivir con otra familia cuando se case algún día”, espetó la mujer con indiferencia.
"Suficiente. ¡La gente se burlará de nosotros si continúas hablando!". El hombre silencio a la mujer.
La niña se dio la vuelta y puso su mano en la cara del niño que fue abofeteado hace un momento. Su rostro estaba lleno de angustia cuando le preguntó: "¿Te duele?".
Ling Yiran no podía ver la expresión del niño, pero lo vio negar con la cabeza, probablemente diciéndole a la niña que no sentía dolor.
Al mirar a los hermanos, Ling Yiran no pudo evitar sentirse angustiada.
Según la conversación anterior, era obvio que la mujer era la madrastra de los dos niños. Su hijo biológico era el regordete llamado Pequeño Tian.
La niña y el niño debían ser los hijos que el esposo tuvo con su ex esposa.
Los dos parecían realmente unidos. Cuando el niño fue abofeteado por su madrastra, la niña lo defendió e hizo todo lo posible para protegerlo. Cuando la madrastra quiso abofetear a la niña, el niño de repente se volvió agresivo para hacer lo mismo.
Sin embargo... ¡los niños eran demasiado pequeños! Probablemente sufrirían al crecer en una familia así.
Estaba claro por la forma en que vestían la niña y el niño. No parecían ser hijos de la misma familia en comparación con la forma en que vestía Pequeño Tian.
Yi Qianjin volvió a sonreír, pero su sonrisa desapareció poco después. "La hermana pequeña es tan miserable. ¿La van a echar? ¿Al hermano también?".
"No lo harán", dijo Ling Yiran, "¿No ves a la hermana pequeña protegiendo a su hermano pequeño? No lo echarán de la casa".
"¡Sí, así como mi Hermano me protege!", dijo Yi Qianjin. Su carita dejó de parecer preocupada y comenzó a mirar a su alrededor con alegría de nuevo.
Sin embargo, Ling Yiran solo pudo suspirar. Cada familia tenía su propio conjunto de problemas. Sin embargo, al menos el hermano y la hermana podían confiar el uno en el otro.
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