Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1624

"Ahora, tienes a la familia Bai y estás viviendo la vida que siempre quisiste, lo que también demuestra que tomaste la decisión correcta".

"Mi vida no es difícil. Tengo amigos y familiares que me aman. Estuvieron allí para mí cuando estaba sufriendo y ahora mi vida ha vuelto a la normalidad. En el futuro, me casaré, tendré hijos y tendré una vida normal pero feliz”.

"Así que no te odio. Solo quiero olvidarte. Tal vez cuando seamos viejos y estemos rodeados de hijos y nietos, podamos sonreírnos el uno al otro, claro, si alguna vez nos encontramos por la calle. ¿No sería eso agradable?".

Ella hablaba en susurros. Su tono era tranquilo, como si simplemente estuviera contando una historia, pero a él le dolía el corazón escucharla.

¡Su falta de odio solo profundizaba su dolor!

Siempre había pensado que conocerla y enamorarse de ella fue lo mejor que le había pasado. Ella era tan amable que incluso era considerada con él después de haber terminado.

Si él le hubiera impedido salir de la Ciudad de Shen y no se hubiera confiado demasiado, o tal vez si él hubiera estado mejor preparado… ¿quizás no habrían terminado así?

"Lianyi...", murmuró él mientras miraba lentamente hacia ella, sintiéndose incapaz de acercarse a ella y tocarla...

Entonces, el timbre de la puerta sonó de repente.

Estaban en una habitación de hotel. Ya que ambos habían quedado atrapados en un lío antes, la llevó directamente al hotel más cercano y consiguió una habitación.

El sonido del timbre pareció sacar a Bai Tingxin de sus pensamientos. Dio un paso atrás con torpeza, luego se giró hacia la puerta para abrirla.

Afuera estaba el subordinado de Bai Tingxin. Respetuosamente, le entregó dos juegos de ropa. "Señor Bai, estas son las mudas de ropa que quería. Están en los tamaños que solicitó".

Bai Tingxin tomó la ropa, se acercó a Qin Lianyi y le entregó la ropa de mujer. “Ve a cambiarte”.

¡Era porque ni siquiera tenía derecho a tocarla ahora!

Sin embargo, todo lo que dijo fue... que no lo odiaba.

"Jaja... Jajaja...". Bai Tingxin se reía suavemente, pero el sonido era muy deprimente, lleno de dolor y burla para sí mismo.

Si ella lo odiaba, quizás él podría amarla menos...

"Lianyi... Lianyi...".

Él murmuraba su nombre. ¡Estaban tan cerca, pero él no podía acercarse a ella!