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Capítulo 1712 de Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante novel
Después de la comida, Qin Lianyi le pidió a Bai Yulai que la acompañara a hacer algunas compras cerca, para ayudar con la digestión con una caminata y elegir regalos para el Pequeño Yan, el Pequeño Mo y la Pequeña Jin.
Al mismo tiempo, Qin Lianyi le contó a Bai Yulai sobre el Pequeño Ci. "No sabes cuántos moretones se le podían ver al niño cuando se quitó la ropa. No puedo creer que su familia haya hecho tal cosa. Incluso si es adoptado y no es su hijo biológico, ¡no pueden golpearlo así! ¡Ver eso realmente me molestó! Si tuviera un hijo, me preocuparía incluso de no amarlo lo suficiente".
"Vas a ser una gran madre", dijo Bai Yulai.
"No sé si alguna vez seré madre". Qin Lianyi se encogió de hombros. Después de todo, ella ya tenía 33 años. Una mujer solo podía tener hijos hasta cierta edad. Aunque hoy en día muchas mujeres mayores de 40 años todavía tenían hijos, eran una minoría.
Tal vez olvidaría a Bai Tingxin después de unos años, ¡pero ya no podría concebir para entonces!
¡A ella siempre le habían gustado los niños! Incluso pensó que si tuviera un bebé, se vería como...
El aspecto de Bai Tingxin cuando era pequeño se le vino a la mente al instante. Era tan pequeño y adorable. Era tan delicado como un hermoso muñeco.
'Dios, ¿qué estoy pensando?'.
Qin Lianyi sacudió rápidamente la cabeza, queriendo sacudirse de la mente las imágenes de Bai Tingxin cuando era un niño.
En ese momento, una mujer salió repentinamente desde un lado y abofeteó a Qin Lianyi.
Qin Lianyi fue tomada por sorpresa. Antes de que pudiera reaccionar, sintió cómo le ardía la cara. Bai Yulai solo reaccionó después de escuchar la bofetada. Instantáneamente agarró a la mujer, quien continuó agitando su mano para volver a arremeter. Él preguntó: “¿Quién eres tú? ¿Qué haces abofeteando a la gente?".
"¡Suéltame!". La mujer luchó mientras miraba maliciosamente a Qin Lianyi. "Qin Lianyi, ¿cómo pudiste? Es verdad, tomé las fotos en secreto, las publiqué en el foro de la compañía y vendí las fotos de ti y Bai Tingxin entrando y saliendo del hotel a otras personas. Pero cómo... ¿Cómo podría saber quiénes eran? Alguien me contactó y me ofreció mucho dinero por las fotos. ¡No tenía ninguna razón para no venderlas!".
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