Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1815

¡Ella no tenía idea de lo que estaba por su mente!

A veces, él parecía preocuparse por ella y querer volver a estar con ella. Sin embargo, él claramente se resistió a ella en ese momento.

Ni siquiera permitió que ella lo tocara.

'Entonces, ¿por qué me acompañó al chequeo del embarazo?’.

'O... ¿acaso solo le importa el bebé? Si perdiera al bebé, tal vez ya no sería tan amable conmigo’.

Qin Lianyi sonrió irónicamente. ¿Desde cuándo se volvió tan sensible? Incluso estaba indecisa sobre si mantener al bebé en su vientre.

Cuando el coche se detuvo, de repente se dio cuenta de que ya estaba en su vecindario.

Qin Lianyi se volvió para mirar a Bai Tingxin, pero descubrió que él se había quedado dormido mientras se apoyaba en el respaldar de la silla.

Había una fatiga evidente en su rostro mientras dormía, y un tenue tono de negro azulado debajo de sus ojos, obviamente por la falta de sueño. Unos mechones de cabello caían sobre su frente, y sus largas pestañas negras hacían que su hermoso rostro se viera angelical.

Lucía tan guapo como siempre. ¡Quizás ahora era incluso más guapo!

Todavía se quedaba en un trance cada vez que lo miraba, ¡incluso después de cinco años!

Como si sintiera su mirada sobre él, sus pestañas temblaron levemente y lentamente abrió los ojos.

Sus ojos oscuros instantáneamente se fijaron en su rostro.

"Lianyi...", él murmuró su nombre. Su voz era ronca y cariñosa.

Él estaba atónito y no parecía entenderlo.

Ella dijo: "¿No me acompañaste al cheque del embarazo para discutir la reducción de la compensación por golpear tu coche el otro día? ¿Vas a discutirlo la próxima vez, ya que no lo discutimos hoy?".

Él mostró una repentina sonrisa amarga. "¿Crees que lo importante entre tú y yo es solo el dinero?".

Su amarga sonrisa la hizo sentir como si le hubieran pinchado el corazón con una aguja. Era tan incómodo, e incluso dolía un poco. "Entonces, ¿qué es tan importante que no puedes decirme ahora, sino dentro de una semana?".

¡No podía decir más porque la maldición de sangre desaparecería en una semana! ¡Si tan solo pudiera terminar la sesión final, entonces podría abrazarla y besarla sin ningún dolor!

Si no lo lograba una semana después... Ya había contratado a un abogado, hecho un testamento, nombrado a alguien para dirigir el Grupo Bai Feng, establecido una fundación y determinado que las ganancias anuales de la compañía fueran transferidas a ella. ¡Todo para que pudiera vivir una vida cómoda!