Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1851

Ling Yiran también se sorprendió. "Señora Kang, ¿qué está haciendo? ¡Levántese y lo hablaremos!".

Ling Yiran trató de caminar hacia la Señora Kang mientras hablaba, pero Yi Jinli sostuvo su mano sin soltarla, evitando así que se acercara.

"¿Jin?". Ella miró con curiosidad a la persona a su lado.

"Deja que se arrodille como debe hacerlo", dijo Yi Jinli con frialdad.

Ling Yiran se congeló. Ella pensaba que él estaba siendo tan frío y despiadado como el Jin que recordaba de hace mucho tiempo. Incluso había una rudeza en la que nadie podía ignorar.

"Jinli, yo... te lo debo... le debo mucho a tu padre. No he pasado un buen día en todos estos años. ¡Siempre pensaba en cómo pude ser lo suficientemente cruel como para dejarte y dejar que las cosas llegaran a este estado irreversible!". La Señora Kang estalló en lágrimas.

Ling Yiran se sorprendió, mirando con incredulidad a la Señora Kang de rodillas. '¿Podría la Señora Kang... ser la madre perdida de Jin?’.

'¿Cómo es eso posible? ¿Cómo podría suceder tal cosa?'.

Entonces, escuchó la voz helada de Yi Jinli en sus oídos. "De hecho, nos debes mucho, así que ahora es el momento de que pagues por tus acciones. ¿Verdad, Madre?".

La Señora Kang se puso extremadamente rígida. Su hijo había gritado la palabra 'Madre', pero lo dijo con una voz extremadamente fría que hizo que su corazón se hundiera.

¡Sabía que su hijo la odiaba!

Ese odio solo se había vuelto más profundo a lo largo de los años.

Los guardaespaldas separaron fácilmente al Viejo Abogado Kang de la Señora Kang. Ling Yiran rápidamente se volvió hacia Yi Jinli y le dijo: "Jin, ¿qué estás tratando de hacer? Incluso si la Señora Kang es realmente tu madre...".

"Yiran, no olvides lo que dijiste ayer en la sala de luto. ¡Respetarás mi decisión y me dejarás resolver los problemas con mi madre yo mismo!", le recordó Yi Jinli.

"Pero...". Ling Yiran vio a dos guardaespaldas presionando los hombros de la Señora Kang. "La Señora Kang acaba de salir del hospital y su pierna no se ha recuperado. ¿Qué estás tratando de hacer?".

"¿Qué voy a hacer? ¡Ya que ella vino a presentar sus respetos a mi padre, por supuesto, quiero que se arrodille ante él y presente sus respetos!", dijo Yi Jinli mientras le insinuaba a sus hombres.

Los dos guardaespaldas inmediatamente presionaron a la Señora Kang y la obligaron a arrodillarse frente a la lápida.