Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1852

El Viejo Abogado Kang quería detenerlos, pero había guardaespaldas a su alrededor y no podía acercarse a la Señora Kang.

Ling Yiran también quería acercarse, pero Yi Jinli aún sostenía su mano con fuerza. Ella no podía caminar.

"¡Jin!", dijo ella rápidamente.

"¡Yiran, no supliques por ella!", susurró Yi Jinli con una voz que sonaba como una advertencia pero también como una súplica.

Ling Yiran se congeló. Al mirar los ojos húmedos de Yi Jinli, sintió como si algunas de sus palabras se le hubieran quedado atascadas en la garganta.

Ella no ignoraba el trauma que su madre le había causado e incluso cómo su odio hacia su madre después de la muerte de su padre lo había impulsado a seguir con su vida.

Incluso la cicatriz en su pecho fue causada por su madre.

Una vez ella también odió a su madre. Odió a su madre por abandonar a un hombre que la amaba tanto y dejar a un niño que le suplicaba desesperadamente que se quedara.

Si su madre no se hubiera ido tan despiadadamente, ¡la infancia de Jin no habría sido tan dolorosa! ¡El padre de Jin tampoco habría elegido la muerte!

Sin embargo, al resultar que esta mujer, a quien debería odiar, era la Señora Kang, la misma mujer que la había cuidado a ella y la Pequeña Jin en los últimos años, Ling Yiran solo sentía una contradicción indescriptible.

La amabilidad y dulzura de la Señora Kang estaban lejos de lo que ella sabía que era la madre de Jin.

Además, lo que más solía decir la Señora Kang era: "Tener el dinero necesario para gastar es suficiente. Lo más importante para mí es la seguridad de mi familia".

Sin embargo, sin importar lo que dijera el Viejo Abogado Kang, Yi Jinli permanecía indiferente. Solo miraba fríamente a la Señora Kang inclinarse repetidamente.

Al ver que la frente de su esposa había comenzado a sangrar, el Viejo Abogado Kang le dijo rápidamente a Ling Yiran: "Yiran, ella... Ella es la madre de Jinli, pero también es mi esposa. ¡Por favor, suplica por ella y haz que se detenga!".

Sabía de la culpa en el corazón de su esposa. Si Yi Jinli no la detenía, su esposa no se detendría sin importar qué.

Ling Yiran se congeló. Al momento siguiente, sintió que los dedos en su muñeca se tensaban un poco.

Jin...

Ella miró la mano que sostenía su muñeca. Sabía que Jin nunca querría que ella suplicara por su madre.