Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1910

Ling Yiran estaba adolorida debido a los golpes de antes.

Ni siquiera sabía cuántos de los golpes le habían dado a Lianyi. Solo podía proteger a Lianyi con todas sus fuerzas, pero no a su propio cuerpo.

Lianyi laboriosamente jadeaba para respirar. Su rostro tenía moretones y estaba hinchado. Apenas podía mantener un ojo abierto. Aunque Ling Yiran odiaba a estos hombres, solo podía decir con una cara seria: "¡Sí, puedo prometerles eso!".

"Se arrepentirán si le hacen caso. ¡No tenemos otra opción que tenerlas de rehenes para tener alguna posibilidad de escapar!", dijo Gao Manlin por el pánico, temiendo que los hombres en los que había gastado una fortuna se rebelaran contra ella.

Entonces, otra voz sonó. "También puedo asegurarles que estarán bien si dejan ir a mi esposa y a su amiga. Si quieren hacerle caso a lo que dijo esa mujer, ¡entonces prepárense para perder sus vidas hoy mismo!".

El grupo se sorprendió al instante. Miraron en la dirección de la voz y vieron que varias personas habían llegado corriendo. Estaban bloqueando la única salida que llevaba a la planta baja.

Yi Jinli estaba entre ellos.

A pesar de que estaba rodeado por los guardaespaldas y los guardias de seguridad de la familia Yi, Ling Yiran pudo verlo instantáneamente entre la multitud.

Tenía puesta una camisa y su cabello estaba desordenado por el viento de las hélices de los helicópteros. Su apuesto rostro parecía estar exudando frialdad. Incluso cuando lo miró a los ojos, esos ojos parecían estar cubiertos por un velo. No podía verlos con claridad.

Aun así, ¡la simple vista de él le dio una sensación de alivio!

Claramente habían sacado a Gao Manlin de la negociación. ¡Gao Manlin ahora era un peón abandonado!

Gao Manlin parecía nerviosa. Sabía que los mercenarios no la llevarían con ellos aunque lograran irse. ¡Si ese fuera el caso, su destino sería incomparablemente miserable!

Con esto en mente, de repente corrió hacia Ling Yiran, quien estaba más cerca de ella, y le colocó una daga en el cuello.

"No se acerquen. ¡La mataré ahora mismo si alguien se acerca!".