Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1983

"No lo voy a malinterpretar. Sé que el bebé en tu vientre debe ser mío, y tampoco tenías ese tipo de relación con Bai Yulai", dijo Bai Tingxin mientras se inclinaba y acariciaba la cara de Qin Lianyi.

"¿Estás seguro... de que no lo malinterpretarás?", ella murmuró.

Él dijo: "No, porque soy el único al que amas, ¿no?".

Cuando Qin Lianyi escuchó eso, de repente le salieron las lágrimas y abrazó el cuello de Bai Tingxin. Comenzó a llorar sobre su hombro. "Yo... yo solo te amo... Tingxin, tú... Tú eres el único al que he amado. Yo... nunca he sido íntima con nadie más. Yo nunca... Nunca...".

Ella lloraba como una niña.

Él la calmó suavemente. "Está bien, está bien. Entiendo. No tienes que preocuparte por esto. Me ocuparé de eso y no dejaré que sufras esta injusticia. Deja de llorar. ¿No dijo el doctor que tu mayor tarea ahora es ser feliz? Será bueno para el bebé".

Al escuchar la mención del bebé en su vientre, Qin Lianyi dijo apresuradamente: "Está bien, está bien, dejaré de llorar... dejaré de llorar...". Sin embargo, sus hombros aún no podían evitar temblar.

Algún tiempo después, Qin Lianyi finalmente dejó de llorar. Sin embargo, tal vez porque estaba embarazada, pronto se durmió.

Bai Tingxin miró a la figura dormida y un tierno afecto apareció en sus ojos.

La colocó con cuidado en el sofá y la cubrió con una fina manta.

No fue hasta que terminó de hacer todo esto que su rostro se oscureció. El incidente podría parecer solo una publicación de Bai Yulai, pero definitivamente no era una coincidencia que se volviera viral. Alguien lo hizo a propósito.

'¿Pero quién es la mente maestra detrás de Bai Yulai? ¿Quién diablos quiere que Lianyi sufra esta desgracia?’.

"Sí, todavía estabas agarrando mi mano incluso cuando te habías quedado dormida. Me hizo sentir que no podías vivir sin mí y que me necesitabas", dijo Bai Tingxin.

La cara de Qin Lianyi no pudo evitar enrojecerse un poco, pero luego pareció recordar algo y gritó: "Oh, sí. Mis padres...".

"Mande a alguien que recogiera a tus padres y los llevara a mi mansión privada. No te preocupes. ¡No los molestarán!".

Qin Lianyi se sintió aliviada. 'Mientras mis padres no sean molestados por los reporteros'.

Miró por la ventana y se dio cuenta de que ya había anochecido. Cogió su teléfono y vio la hora. Ya eran las ocho. Ella había dormido durante tanto tiempo.