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"Solo practícalo un par de veces. Si aún no puedes dominarlo, te enseñaré en otro momento", dijo ella.
"Está bien, gracias de antemano, entonces". Guo Xinli sonrió y luego agregó: "Esos dos hombres probablemente se robaron el neumático de tu triciclo hace un momento. ¡Algunos talleres son así de crueles! No durarán mucho. Tienes tantas cosas aquí. Déjame llevarte a casa primero".
"Pero mi triciclo...".
"Dame las llaves. Haré que mi colega te lo arregle y te ayude a llevarlo de regreso a tu casa. Tengo una tienda de neumáticos aquí mismo en el mercado", dijo Guo Xinli.
"Muchas gracias", dijo Zhuo Qianyun mientras le entregaba las llaves del triciclo eléctrico al Pequeño Guo.
El Pequeño Guo habló con su colega, ayudó a Zhuo Qianyun a cargar sus cosas al coche de él y la llevó de regreso a la tienda.
En el camino, Zhuo Qianyun se enteró de que el Pequeño Guo había trabajado junto a un amigo para abrir una tienda, pero habían disuelto su cooperación. Ahora él solo estaba alquilando una tienda en el mercado, vendiendo bicicletas eléctricas y varios accesorios. A veces, recibía pedidos para modificar coches.
"Es bueno hacer negocios solo. Es fácil tener opiniones contradictorias cuando los amigos hacen negocios juntos, lo que dificulta el progreso", dijo Zhuo Qianyun.
"No es que tuviéramos opiniones diferentes. Es solo que...". Guo Xinli parecía preocupado mientras hablaba.
Zhuo Qianyun sabía que podría ser algo de lo que él estaba demasiado avergonzado para hablar, por lo tanto, no insistió y cambió de tema.
El coche llegó frente a la tienda. Guo Xinli sacó lo que compró Zhuo Qianyun del coche y saludó cálidamente a la Señora Zhuo. Después de enterarse de que las tuberías de agua de la tienda siempre estaban obstruidas, sacó las herramientas del coche y ayudó a arreglar las tuberías.
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