Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2267

Ella inmediatamente supo que era una daga presionando contra su cuello.

La voz histérica del Señor Yu resonó en sus oídos. "Nadie puede acercarse a nosotros. ¡La mataré si lo hacen!".

Los otros dos jóvenes seguían diciendo: "¡Esto no tiene nada que ver con nosotros! Él es la mente maestra. ¡Él nos obligó a hacer esto!".

Los ojos de Zhuo Qianyun estaban cubiertos, por lo tanto no podía ver nada y solo escuchar lo que estaba pasando.

De repente, una voz familiar resonó en la habitación. "Está bien, no la lastimes. ¡No dejaré que se acerquen a ti!".

Zhuo Qianyun se estremeció. Era... la voz de Ye Wenming.

El Señor Yu jadeó, pero la daga en su mano presionó con más fuerza el cuello de Zhuo Qianyun. El dolor se extendió instantáneamente con más intensidad.

Zhuo Qianyun dejó escapar un grito de dolor y Ye Wenming gritó nerviosamente: "¡No le hagas daño! ¡Pagarás por ello si le pasa algo!".

"Está bien, ¿no quieres que la lastime? Dile a la policía que se vaya a la m*erda, y quiero 200 millones de dólares transferidos a mi cuenta bancaria en el extranjero. Además, prepara dos millones de dólares en efectivo y un coche. Voy a dejarla ir cuando me sienta seguro", dijo el Señor Yu ferozmente.

Ye Wenming dijo: "No importa qué compañía administré, no puedo obtener 200 millones de dólares en efectivo así como así. Necesito tiempo para preparar el dinero".

"Solo te daré media hora. Si no obtengo el dinero media hora después, moriré con esta mujer", dijo el Señor Yu.

"Está bien. ¡No tienes permitido lastimarla en la próxima media hora!", dijo Ye Wenming con firmeza. Después de obtener la cuenta bancaria a la que el Señor Yu quería que transfiriera el dinero, llamó a su secretaria frente al Señor Yu y le ordenó que reuniera los fondos dentro de media hora antes de depositar la suma en la cuenta designada.

Ye Wenming también había hablado con la policía. Prepararían el coche y el dinero en efectivo.

"¡Señor Ye!", exclamó alguien cerca.

“Soy yo quien va a tomar esta decisión. La policía no se hará responsable”, dijo Ye Wenming.

Entonces, Zhuo Qianyun escuchó el golpe del palo.

Finalmente ella gritó: "¡No! ¡Ye Wenming, no!".

Sin embargo, su cuello se movió al gritar. El sangrado en su cuello empeoró.

"Qianyun, no hables", dijo Ye Wenming. El sonido de un palo aterrizando severamente en el cuerpo de alguien continuó resonando.