Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2268

El Señor Yu no parecía satisfecho cuando dijo maliciosamente: "Jaja, el jefe del Grupo Ye se está comportando como un perro en este momento. Ya que te preocupas tanto por esta p*rra, ¿por qué no le muestras a la mujer como te ves ahora?".

Cuando el Señor Yu terminó, Zhuo Qianyun sintió que la tira de tela que le envolvía los ojos se aflojaba. Finalmente pudo ver todo lo que tenía delante.

Sin embargo, las pupilas de Zhuo Qianyun se contrajeron instantáneamente cuando vio la figura de Ye Wenming. Sintió un dolor explotar en su pecho de repente.

'¿Es ese... Ye Wenming?'.

El hombre orgulloso estaba de rodillas y se estaba golpeando con un palo duro.

Tenía sangre por toda la cabeza y las manos. ¿Qué tan graves eran las heridas en las partes de su cuerpo que estaban ocultas por su ropa?

"¡No, Ye Wenming, no sigas! ¡Todos ustedes, no le hagan caso!", gritó Zhuo Qianyun a pesar de que el dolor en su cuello se intensificaba con cada palabra que pronunciaba.

"Qianyun, te dije que no hablaras, sino sangrarás más", dijo Ye Wenming con cierta dificultad.

Los ojos de Zhuo Qianyun inmediatamente se llenaron de lágrimas.

En ese momento, el Señor Yu dijo de repente: "Ya que se aman tanto... Ye Wenming, quieres que deje de hacerla sangrar, ¿verdad? ¿Qué tal si cambiamos heridas por heridas? ¡Córtate en el cuello y dejaré de hacerla sangrar!".

Zhuo Qianyun se sorprendió cuando escuchó eso.

La policía detrás de Ye Wenming también comenzó a aconsejar a Ye Wenming que no actuara impulsivamente.

"¡Ah!". Zhuo Qianyun se mordió el labio con firmeza y se abstuvo de gritar de dolor. Tenía miedo de que Ye Wenming aceptara la solicitud del Señor Yu si lo hacía.

Sin embargo, ¿cómo podría Ye Wenming ignorarlo cuando su cuello estaba sangrando?

"¡Está bien! Lo haré. Puedes cortarme tanto como quieras siempre y cuando no la lastimes", dijo Ye Wenming.

"¡Genial!", dijo el Señor Yu mientras le pedía a uno de sus matones que tomara una daga y se la entregara a Ye Wenming.

Ye Wenming tomó la daga y estaba a punto de cortarse el cuello cuando Zhuo Qianyun de repente gritó: "Ye Wenming, ya te dije que no nos debemos nada. ¡No necesito que me salves así! ¡Incluso si te lastimas, este hombre aún me lastimará! ¡Lo que sea que hagas no tiene sentido!”.

Ye Wenming miró fijamente a Zhuo Qianyun. "Tú fuiste quien dijo que no nos debíamos nada, no yo. Y te dije que te protegería a ti y a nuestros hijos sin importar que".